La IA ya puede pescar anchoa en el Cantábrico
El centro tecnológico Azti desarrolla un algoritmo que optimiza la identificación de las especies pelágicas en el golfo de Bizkaia
El biólogo pesquero Aitor Lekanda embarcó el día 14 de septiembre en una misión científica a bordo del buque oceanográfico Ángeles Albariño. Está tratando de perfeccionar un sistema de pesca inteligente que ayudará a los pesqueros a localizar con un alto grado de precisión los bancos de pesca y seleccionar las especies que van a faenar. Los ensayos realizados hasta ahora arrojan resultados “muy satisfactorios”, asegura, y permiten concluir que este modelo de inteligencia artificial permite identificar la composición con un grado de acierto que llega al 80%. “Es una herramienta que servirá para complementar la experiencia, pericia y el olfato de los patrones de pesca durante las capturas”, explica Lekanda. El algoritmo que ha desarrollado el centro tecnológico Azti se sirve de la información recopilada durante nueve años de estudios de la biomasa en 60.000 bancos y en 164 pescas realizadas en el Cantábrico.
El equipo comandado por Lekanda, bajo la supervisión de los investigadores marinos Guillermo Bora y Maite Louzao, ha dado con un “innovador modelo inteligente” que localiza las principales especies pelágicas del golfo de Bizkaia, como la anchoa, la sardina y el verdel mediante equipos acústicos (ecosondas) pesqueros. Es una tecnología que “avanza en el desafío de determinar la composición de los bancos en situaciones de alta diversidad” en el ecosistema marino.
La aplicación de la inteligencia artificial en los registros acústicos de sónares y ecosondas será “un instrumento útil y efectivo para la mejora de la gestión pesquera”, asegura Azti en una nota informativa, porque conocer la composición de un área de capturas antes de lanzar las artes de pesca servirá para “reducir las capturas no deseadas”. Los resultados del estudio dirigido por Lekanda han sido publicados por la revista ICES Journal of Marine Science. “Al automatizar la identificación de especies, no solo reducimos el tiempo de procesado de datos de las campañas científicas, sino que nos abre las puertas a estudiar el comportamiento de agregación de las especies pelágicas y al desarrollo de nuevas tecnologías para la mejora de la eficiencia, la selectividad y sostenibilidad del sector pesquero”, afirma el biólogo.
El modelo de aprendizaje automático ha sido entrenado 100 veces en bancos de peces total y parcialmente identificados. Las conclusiones señalan que esta herramienta ofrece un alto porcentaje de acierto para conocer si en un banco hay anchoas adultas o sardinas, por ejemplo, que en ocasiones conviven mezcladas en una misma zona. “Queremos integrar este modelo en una ecosonda para aumentar la precisión e informe a la tripulación de un barco de las características de los peces que se va a encontrar en un área de pesca”, añade.
Lekanda está aprovechando su estancia en alta mar para, además de recoger muestras para estimar la biomasa y distribución de especies pelágicas en el golfo de Bizkaia, “seguir poniendo a punto el modelo de inteligencia artificial en las ecosondas científicas, como paso previo para implementar este sistema en ecosondas comerciales en el futuro”.
Azti ya presentó a mediados de 2022 un informe a petición de la Unión Europea que sirve de guía de buenas prácticas en el uso de las nuevas tecnologías en la pesca. En ese estudio se defiende que, entre los beneficios que podría aportar la inteligencia artificial a la pesca, se encuentran “el procesamiento de muestras biológicas, la mejora de la eficiencia energética de los buques pesqueros, además de la clasificación de las capturas por especies y tamaños, entre otros”.
Mediante el análisis de datos históricos y actuales (Azti cuenta con información recopilada en una decena de campañas Juvena que sirven para determinar la abundancia y distribución espacial de los juveniles de anchoa), los sistemas de inteligencia artificial aplicados a la pesca, sostiene Lekanda, ayudan a conocer las características de los bancos, permiten seleccionar las áreas más prometedoras, lo que además conlleva una reducción del tiempo y el combustible necesarios en las operaciones de captura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.