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Colau suma al parque público la mitad de los pisos prometidos en sus dos mandatos

La ciudad gana en ocho años 4.600 viviendas de alquiler social, pero todavía hay otras 4.000 en obras o previstas

Clara Blanchar
Vivienda Madrid
Pisos de alquiler social a punto de ser entregados en el Eixample de Barcelona, en una imagen de 2020.Albert Garcia (EL PAÍS)

El balance del gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, publicado esta semana permite conocer al detalle cuántos pisos ha conseguido sumar al parque público. El capítulo de vivienda, el balance suma sus dos mandatos (de 2015 a 2023) y muestra que la ciudad ha ganado 4.600 viviendas de alquiler por distintas fórmulas. Una cifra abultada, pero que todavía está lejos de los 8.000 que prometió en 2015. En 2017 incrementó la cifra hasta 8.800 pisos en un plazo más largo, hasta 2025. Los 4.000 que faltan están en obras o proyectados en solares, indica el Ayuntamiento.

Los números constatan varias cuestiones. Una, que la alcaldesa, que procedía del movimiento por el derecho a la vivienda, pecó de optimista, porque cuando se le cuestionaba lo prometido decía que sí, que era posible sumar mil pisos al año. Dos, que con la maquinaria municipal de construcción de vivienda casi paralizada, arrancarla de nuevo no fue fácil. Tres, que pese a no cumplir con la promesa, las cifras son abultadas y el parque de pisos de alquiler pasará en ocho años de 7.500 a 12.100. No es el doble, como suelen repetir los concejales de los comunes, que recurren a esta sentencia: “En ocho años se habrá doblado el parque”. Y cuatro, que la pandemia y la subida de costes derivada de la crisis por la invasión rusa en Ucrania han impactado en los plazos.

Estado de las actuaciones en materia de vivienda 2015-2023. En azul, las realizadas. En amarillo, en obras. En rosa, previstas. / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Mirando los números con detalle, de los 4.600 pisos ganados para el parque público, 1.500 son los que se han construido ya, a los que cabe sumar 600 que se terminarán este semestre; 1.500 son los que se han comprado o han sido cedidos por grandes tenedores como la Sareb o bancos; y 1.000 han sido captados de particulares para alquilar, indican fuentes municipales. Del resto, hasta los 8.600 que figuran en el balance, hay 1.900 en obras y 2.100 previstos (en solares o en distintos grados de tramitación: con plan urbanístico, con proyecto básico, ejecutivo, en fase de licitación, o que construirá el operador mixto de vivienda), según las mismas fuentes. Las cifras de ejecución de los dos mandatos también chocan con las que fijaba el pacto entre los comunes y el PSC para el actual: “Construcción o adquisición de 1.500 viviendas públicas anuales, con un mínimo para este mandato de 4.000 viviendas de nueva construcción”.

Para comparar estos dos mandatos con el anterior, cuando el alcalde fue Xavier Trias, faltan datos. En su mandato se compraron 270 pisos; y su gobierno privatizó aparcamientos con, entre otros, el objetivo de financiar la construcción de 100 pisos en una primera fase y hasta mil. Según informaciones publicadas en 2015, de las nueve promociones previstas, se habían comenzado cuatro. Pero es difícil saber cuántos pisos había en marcha cuando llegó Trias y se acabaron durante el mandato. Igualmente es difícil saber cuántos de los que ahora contabiliza Colau se habían iniciado antes de que llegara. Todos los alcaldes entregan llaves de promociones que inició el anterior.

Fuentes del gobierno del ex alcalde apuntan que Trias “cambió el paradigma de los Ayuntamientos de PSC e ICV: se dejó de vender el suelo y los pisos que se iniciaron fueron de alquiler”. De hecho, el primer suelo que se cedió a una cooperativa, la de La Borda (en Can Batlló, en Sants-Montjuïc), comenzó a gestarse durante el mandato de Convergència i Unió. Las mismas fuentes recuerdan que Trias gobernó “en un contexto de recesión económica y con muchas limitaciones de gasto impuestas por leyes estatales”.

El concejal de Presidencia y teniente de alcalde de Cultura y Educación, Jordi Martí, afirmó en la presentación del balance de mandato, el pasado miércoles, que apenas se había construido alquiler público desde los años 80. “Los 7.500 pisos que había en 2015 son, cien arriba, cien abajo, lo que había en 1980 del antiguo Patronato de la Vivienda”, afirmó, refiriéndose a que durante décadas la vivienda pública que se construía era de venta y se descatalogaba pasados 25 años. No es del todo cierto que no se hiciera alquiler. Ha habido promociones para personas mayores, los llamados 10HJ pensados para jóvenes y promociones vistosas como las de la ronda Litoral, entre Pla de Palau y la Barceloneta.

Desde el área de Vivienda añaden que “este mandato ha estado marcado por la pandemia y la guerra”. Y señalan que las consecuencias de la pandemia no fueron solo el retraso debido al parón de obras durante meses, “sino también las consecuencias económicas, con la crisis, encarecimiento e interrupción de suministros y la subida de los costes de producción”. Luego, se agravó por la guerra de Ucrania y “la subida de los gastos financieros”. “En definitiva, una situación en ningún caso idónea para una política activa de construcción de vivienda”. Aunque ha habido otros motivos: la superpromoción de 238 pisos públicos de Glòries, que se paró dos años para convocar un concurso internacional, cuando el concejal de Vivienda era Josep Maria Montaner.

Por distritos, en el reparto de los 8.600 nuevos pisos de alquiler públicos, hay tres que sobresalen, por la abundancia de suelo en desarrollo que acumulan. Son Sant Martí (1.858 pisos); Sant Andreu (1.622); y Sants-Montjuïc (1.410). Con más de mil pisos figura también Nou Barris (1.144). Sant Martí, Nou Barris y Sants-Montjuïc son distritos que concentran algunos los barrios con rentas más bajas de la ciudad. Donde menos parque se ha sumado ha sido en Les Corts (125 pisos), Sarrià Sant Gervasi (129) y Gràcia (302), los tres con rentas superiores a la media, aunque con tramas urbanas bien distintas. En medio figuran los distritos de Horta-Guinardó (584 pisos) y Ciutat Vella (593).

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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