La victoria de la izquierda y otras sorpresas posibles, según las encuestas

Las elecciones del domingo llegan con más incertidumbre de la que muchos anticipaban. La última predicción que la ley me permite publicar, con los sondeos del lunes, dice que el resultado más probable es una mayoría del PP y Vox, pero solo les da un 55% de probabilidades de sumar entre los dos. Casi la mitad de las veces, el resultado será otro.

Las sorpresas son siempre una posibilidad: aunque las encuestas predicen mejor que cualquier alternativa, la historia nos recuerda que son un ejercicio de aproximación. Gracias a ellas sabemos algunas cosas con gran seguridad, como que PP y PSOE quedarán por delante de Vox y Sumar, o que los populares tienen pocas posibilidades de lograr la mayoría absoluta. Pero no hay que esperar que los sondeos sean exactos y den respuesta a incógnitas que dependen del 3% de los españoles, como la mayoría del 23-J: no saben tanto. En estas elecciones, esto es más evidente porque hemos tenido sondeos diarios de múltiples encuestadoras que, aunque no están realmente tan lejos entre sí, no coincidieron al señalar el resultado más probable; para algunas es el bloqueo y para otras, la mayoría de la derecha.

La clave es recordar que los errores de 10 escaños con algún partido son habituales. Por eso, expreso mis pronósticos con probabilidades. Y por eso este sábado, horas antes de las elecciones, escribo de las posibles sorpresas.

Escenario 1: un Gobierno de la izquierda

Las encuestas colocan la suma de PP y Vox con el 47% de los votos, cuatro o cinco puntos por delante de PSOE y Sumar (41%-42%). Pero, ¿y si las encuestas cometen un error grave —pero no rarísimo— y la realidad sorprende en dirección izquierda? Si se movieran tres puntos, los dos bloques casi empatarían a votos, y el resultado en escaños sería similar al de 2019. Es decir, la mayoría probable en ese escenario sería una investidura de Pedro Sánchez, que solo necesitaría conseguir el apoyo del BNG, PNV, ERC y Bildu.

Este vuelco que necesita la izquierda puede venir de dos maneras: por tendencia o por error. Cuando el lunes se apagaron los sondeos, la dinámica era un avance de la suma de PSOE y Sumar, y eso podría haber continuado desde entonces. La otra opción es que los sondeos lleven sobrestimando el voto de la derecha desde hace semanas y que lo descubramos el 23-J.

Según mis cálculos, teniendo en cuenta el error típico de las encuestas en España, la probabilidad de que se equivoquen tanto como necesita la izquierda es del 16%. Tan fácil (o difícil) como lanzar un dado y sacar un seis.

Escenario 2: el bloqueo

La segunda sorpresa es una variante de la anterior: que la realidad sorprenda por la izquierda pero solo por uno o dos puntos. Es un escenario que nos lleva a una aritmética complicada. ¿Quizás a una repetición electoral?

Si PP y Vox se imponen por dos o tres puntos en lugar de por cinco sobre el PSOE y Sumar, las opciones del PP para gobernar se complican. Los populares no tendrían fácil sumar 176 escaños con el partido de Santiago Abascal, ni siquiera convenciendo a Coalición Canaria para una investidura. Necesitarían buscar al PNV, que no parece en absoluto dispuesto.

Pero el PSOE tampoco tendría sencillo ganar la investidura. No le valdría repetir sus apoyos de 2019, sino que necesitaría los votos de Junts, seguramente, y quizá también de la CUP. Estos dos partidos podrían tener la llave. Escenarios de bloqueo parecidos a este tienen alrededor del 20% de las probabilidades de ocurrir (una opción entre cinco).

Escenario 3: un PP fuerte

La sorpresa el domingo también podría venir por la derecha. Por ejemplo, el PP podría resultar más exitoso en todos los sentidos, si le coge más votos a Vox y, además, eso coincide con una izquierda menos movilizada de lo que ahora ven las encuestas. Sin embargo, los populares tienen difícil acercarse a la mayoría absoluta, incluso en un caso así.

En esta simulación, he asumido que la derecha avanza 1,5 puntos sobre la izquierda —que supondría un resultado buenísimo para los primeros— y que además el PP crece otro par de puntos en detrimento de Vox, hasta rondar el 37,5% en votos. En un escenario así, los populares se elevan hasta 157 escaños y reducen a Vox a 27, pero siguen lejos de la mayoría absoluta y tampoco tendrían fácil lograr una investidura sin la extrema derecha.

4. Que no haya sorpresas

La última sorpresa sería que el resultado sea exactamente el que parece más probable. Como dije al principio, mi promedio de encuestas coloca a PP y Vox alrededor de los 177 escaños, con mayoría corta pero suficiente para gobernar.

Lo más normal es que el resultado del domingo se parezca a ese reparto… pero como la mayoría de PP y Vox está tan ajustada, y las encuestas cometen errores habituales de hasta una docena de asientos con un par de partidos, este escenario central es bastante estrecho. Más de lo habitual. Es fácil que la realidad caiga en los escenarios dos o tres.

Lo cierto es que en las elecciones suele haber imprevistos. Y eso, que es perfectamente previsible, explica la trampa típica del falso pronosticador: puedes decir con rotundidad que el domingo “alguien se va a llevar una sorpresa”, porque eso es fácil de predecir. Lo difícil es acertar con cuál.

Metodología. Nuestro cálculo de escaños resulta de un proceso en tres pasos: 1) partimos del promedio de encuestas a nivel nacional; 2) estimamos el voto en cada circunscripción a partir de ese promedio y 3) calculamos los escaños según el método D’Hondt. Puedes leer detalles sobre la metodología aquí.

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