IU acepta ir con Sumar a las europeas, pero se desvincula por ahora de sus órganos de dirección
La formación concurrirá en el número cuatro de la lista, por detrás de Movimiento Sumar, Catalunya en Comú y Compromís, pero exige hacer campaña propia, y debatirá en su asamblea la relación con la plataforma de Díaz
Izquierda Unida se da una tregua con Sumar para las europeas, pero se desvincula por ahora de sus órganos de dirección. Tras la tensa negociación para cerrar la candidatura a los comicios del 9 de junio y apenas 24 horas después de que la coalición de Yolanda Díaz se salvara por la mínima en el País Vasco, la dirección de IU ha acordado este lunes aceptar el número cuatro en la lista conjunta a la Eurocámara, pero no participará en la Ejecutiva de Sumar, cuya composición se anunciará el sábado. El giro de la formación liderada hasta diciembre por Alberto Garzón amaga con la ruptura y deja en stand by la relación con la formación de la vicepresidenta segunda del Gobierno hasta la Asamblea que se celebra el 18 y 19 de mayo y que elegirá a su sucesor para los próximos cuatro años.
El malestar de la fuerza política por la confección de la papeleta para Europa ha provocado un intenso debate en las federaciones en una reunión que se ha prolongado este lunes durante unas cinco horas. Madrid, Valencia o Galicia ya se habían posicionado en contra de participar en una candidatura unitaria, mientras Andalucía, la de mayor peso, o Cataluña eran partidarias de integrarse. La Coordinadora Federal de Izquierda Unida, máximo órgano de decisión entre asambleas, ha logrado finalmente un consenso sobre la presencia en la lista y descarta someterlo a un referéndum de la militancia, una opción que estuvo sobre la mesa y que fue rechazada en la votación interna, según confirman fuentes del partido. “No es la posición que merece nuestra organización, pero la clase trabajadora y el futuro de la izquierda transformadora no merecen más división y desmoralización en el actual momento de avance reaccionario en toda Europa”, reza el comunicado emitido a última hora. La dirección ha resuelto, además, que el acuerdo sobre la posición en la papeleta esté condicionado a que IU pueda realizar “campaña propia, con un perfil, imagen y propuestas propias”.
“La relación con Sumar, de profundo calado, será un debate central en el ejercicio de reflexión colectiva durante el proceso asambleario de Izquierda Unida, pues debemos recuperar la máxima presencia en todos los ámbitos, incluido el institucional. En este sentido, y mientras se desarrolla el debate en el seno de Izquierda Unida, no se participará de los órganos del Partido Sumar hasta la celebración y decisión de la Asamblea Federal”, señala también la nota de la formación.
Tras meses alertando sobre algunas deficiencias en el proceso de construcción de la plataforma, el enfado de IU se ha hecho patente en las últimas semanas, después de que el partido, con presencia histórica en el Parlamento Europeo, quedara ubicado en el cuarto puesto de la papeleta, por detrás de los candidatos de Movimiento Sumar, Catalunya en Comú y Compromís. A primera hora del lunes, el responsable de Organización federal de IU, Ismael González, arremetía con dureza contra el equipo de Díaz al afirmar en rueda de prensa que la confección de la lista se había dado “sin un proceso democrático” y aumentaba así la tensión al dejar en el aire su relación futura con la nueva formación.
Horas después, desde la dirección de Sumar trataban de restar importancia a la amenaza del partido. “Nosotros estamos convencidos de que seguiremos fortaleciendo Sumar con todas las personas que quieren estar. Ellos están teniendo sus debates internos, que nosotros respetamos”, ofreció por toda respuesta el portavoz de la coalición y ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
IU se encuentra, además, inmersa en su propio proceso para decidir al próximo coordinador, sin que por ahora haya consenso y con una fuerte división interna. Hasta el momento hay tres candidaturas para liderar el partido que implican a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, el excoordinador andaluz Antonio Maíllo y al crítico José Antonio García Rubio. Fuentes de la plataforma de la vicepresidenta achacan a esta pelea el ruido generado en los últimos días, una forma de posicionarse públicamente para tratar de ganarse a las bases, argumentan.
Valoración crítica
La decisión de Izquierda Unida llega después de más de una semana de debate por todo el país y tras los resultados en Euskadi, que el portavoz de IU ha tachado de “malos”. El espacio político a la izquierda del PSOE ha pasado de seis parlamentarios en 2020 (los que obtuvo entonces la lista de Podemos e IU) a uno ahora (que se queda Sumar, mientras la organización de Ione Belarra desaparece del Parlamento). “Sumar no está consiguiendo ser el espacio que aglutine a las izquierdas”, señaló Ismael González. “Siempre es mala noticia que la izquierda transformadora vaya dividida a los procesos electorales. El conjunto de actores tiene responsabilidad. Podemos, Izquierda Unida y Sumar. Tenemos que dejar de dar estos espectáculos a la gente y ponernos de acuerdo en torno a propuestas programáticas para tener procesos electorales unitarios”, subrayó.
“Nuestra valoración es crítica y autocrítica. Y no podemos entender como buenos los resultados. Si en Sumar o en otras organizaciones quieren entender que son buenos, me parece legítimo, pero no lo compartimos”, ha concluido el responsable de Organización de IU, evidenciando las diferencias con la dirección de Díaz.
La reacción desde el partido de la vicepresidenta, que durante el recuento vio peligrar el único escaño obtenido, ha sido muy distinta. “Teníamos un objetivo, que era estar en las instituciones vascas. Ayer no estábamos y hoy estamos”, señaló Urtasun, dando por cumplidas las expectativas para estos comicios y sin asumir ningún error. El portavoz ha obviado que tanto el Partido Comunista de Euskadi y Euskadiko Ezkerra en los ochenta, como Ezker Batua una década después o las distintas alianzas en torno a Podemos desde 2016 han tenido una presencia histórica en el Parlamento vasco. Con todo, el titular de Cultura ha matizado que “no se conforman” y quieren ir “a mucho más”.
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