Detenido un hombre armado obsesionado con la princesa Ingrid de Noruega
El arrestado, que ya fue expulsado del país escandinavo en 2021, voló de Estados Unidos a Oslo con un equipaje de 250 kilos que incluía un rifle Remington 6 mm, un revólver de pólvora negra y un cuaderno con nombres y direcciones de varios miembros de la familia real
Un hombre estadounidense de 40 años aterrizó el pasado 10 de enero en el aeropuerto de Oslo-Gardermoen, en Noruega. Al día siguiente, después de ser analizado durante horas, recibió su curioso y abultado equipaje: 17 maletas con un peso total de 250 kilos. Entre los enseres había varias armas de fuego, como un rifle Remington de 6 mm y un revólver de pólvora negra, y también un cuaderno con nombres y direcciones de varios miembros de la familia real noruega. El hombre fue arrestado ese mismo día.
El delito que se le atribuye, según el medio nórdico VG, es el de violar la Ley de Armas de Noruega, mucho más estricta que la estadounidense, un delito del que se ha declarado culpable. De acuerdo con el artículo 190 de la Ley de Armas de Fuego, debes solicitar un permiso con suficiente antelación antes de entrar en el país escandinavo con un arma. “Reconoce haber violado la ley y quiere terminar el caso”, dijo el abogado defensor del estadounidense, Jørund Lægland, según el canal TV 2. El detenido asegura que tenía planeado pasar una temporada en territorio noruego dedicándose a tareas relacionadas con el sector agrícola, y que su intención era pedir el permiso para las armas ―que no llevaban munición, según los medios locales― una vez instalado. Pero más curioso fue su argumento para portar consigo la libreta con la información de la familia real noruega. Según el arrestado —del que no ha trascendido el nombre—, se debe a su propósito de casarse con la princesa Ingrid Alexandra, nieta de los reyes Harald y Sonia de Noruega y segunda en la línea sucesoria, pues es la primogénita de Haakon y Mette Marit. “La conexión del acusado con Noruega y su propósito para la estadía parecen ser, entre otras cosas, una preocupación particular por la familia real noruega y especialmente por la princesa Ingrid Alexandra, con quien quiere casarse, según su declaración policial”, afirma el fallo del Tribunal de Distrito de Romerike y Glåmdal.
El detenido no es un desconocido para la policía noruega ni para la guardia real. El fallo establece que este mismo hombre también fue expulsado de Noruega en agosto de 2021, después de que se presentara primero en el Palacio Real, donde viven los actuales reyes, y más tarde en Skaugum, la residencia oficial del príncipe heredero Haakon de Noruega y su esposa, la princesa Mette-Marit. Para evitar un proceso penal, él mismo ha solicitado ser deportado inmediatamente. “El caso se resolverá con un veredicto de culpabilidad y mi cliente será deportado a Noruega”, ha explicado Lægland.
Ingrid de Noruega es una de las herederas más discretas de Europa. También una de las más independientes. La princesa, que el próximo 21 de enero cumple 20 años, fue noticia en octubre del año pasado tras decidir abandonar el palacio donde residen sus padres, a 19 kilómetros de Oslo, para trasladarse ella sola a un apartamento en un barrio moderno del centro de la ciudad, lleno de ocio nocturno, tiendas de segunda mano, de antigüedades y locales para escuchar música en directo. En los últimos meses, además, ha empezado a trabajar como asistente escolar y trabajadora medioambiental en una escuela a la que acudió en el pasado como estudiante. Este 2024 también empezará su formación militar en el campamento Skjold, siguiendo la estela de su padre y su abuelo, quien es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del país escandinavo, y de otras herederas de su generación, como la princesa Isabel de Bélgica y Leonor de Borbón.
La princesa Amalia de Holanda, también de 20 años, es la única entre sus homólogos que no tiene obligación de formación militar, ya que entre las funciones del rey de los Países Bajos no está la de ser jefe de las Fuerzas Armadas, pero coincide con Ingrid en el hecho de haber sufrido amenazas externas. Acababa de mudarse a un piso en Ámsterdam para acudir a la universidad, en 2022, cuando la inteligencia neerlandesa descubrió unos mensajes encriptados sobre un supuesto ataque o secuestro a la princesa por parte del entorno de Ridouan Taghi, la principal figura del crimen organizado en los Países Bajos. Desde entonces, sale para ir a la universidad, en Ámsterdam, y regresa luego al palacio Huis ten Bosch, en La Haya, la residencia oficial de la familia real. “Seré sincera: todavía lo estoy pasando muy mal. Echo de menos la vida de estudiante, pasear por la calle, entrar en una tienda sin problemas… y espero que las cosas cambien lo antes posible”, reconoció Amalia durante una visita oficial a los territorios holandeses en el Caribe, en febrero de 2023.
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