La izquierda agranda su victoria en el Congreso de Colombia
El escrutinio ensancha la ventaja del Pacto Histórico, la coalición que respalda a Gustavo Petro, como la mayor bancada del Senado
La izquierda colombiana consolida su inédita representación en el próximo Congreso de la República. En medio de suspicacias, el escrutinio formal de las elecciones legislativas del domingo, anunciado este viernes con el 97% de los datos, ha ensanchado el triunfo del Pacto Histórico como la mayor bancada del Senado, con el impulso de las votaciones que obtuvieron Gustavo Petro y Francia Márquez en la consulta sobre el candidato presidencial. La lista de la variopinta coalición ha escalado hasta 19 escaños –tres más con respecto a la información preliminar– en las cuentas consolidadas por la Registraduría, muy por encima de los dos partidos más tradicionales, el Liberal y el Conservador, ambos con 15 lugares. A ese resultado se suman otros dos senadores por la circunscripción indígena que también pertenecen al Pacto Histórico, para un total de 21 de los 108 escaños.
El cuarto lugar lo ocupa otra fuerza alternativa, la lista de la Coalición Centro Esperanza, que incluye a la Alianza Verde, con 13 curules, las mismas del disminuido Centro Democrático, el partido de Gobierno fundado por el expresidente Álvaro Uribe. El uribismo, como se conoce a la corriente política creada en torno al exmandatario, pasa de ser la principal fuerza en el actual Senado, con 19 curules, a ser la quinta con esos 13 lugares.
La bancada del Pacto Histórico contará con conocidas figuras de izquierda como María José Pizarro o Iván Cepeda, y también con varios políticos tradicionales que han aterrizado en esa alianza. En cualquier caso, el avance de los movimientos que respaldan a Petro, a la cabeza de todas las encuestas presidenciales, es notable. En 2018, el exalcalde de Bogotá solo logró ubicar tres senadores –a pesar de que perdió en la segunda vuelta frente al presidente Iván Duque–.
Entre las llamadas fuerzas alternativas, por sus diferencias frente a los partidos tradicionales, también se cuenta la bancada de la Coalición Centro Esperanza, encabezada por el exnegociador de paz Humberto de la Calle. El resultado de esos dos bloques contrasta con el retroceso del Centro Democrático, que ya no contó en el tarjetón con el tirón de Uribe, quien fue el gran elector hace cuatro años. El exmandatario renunció al Senado para lidiar con el dilatado proceso por manipulación de testigos que enfrenta ante la justicia, que incluso lo tuvo más de dos meses en detención domiciliaria.
Aunque fragmentado, el actual legislativo estaba claramente escorado a la derecha. El próximo tendrá un mayor equilibrio de fuerzas, pero seguirá lejos de una mayoría. Su composición será clave para la gobernabilidad del próximo presidente, que se vota en una primera vuelta el próximo 29 de mayo. El Senado, entre otras, tendrá la última palabra para escoger a seis de los nueve magistrados de la Corte Constitucional.
En un escenario sin precedentes, las legislativas tuvieron un aire de campaña presidencial muy marcado, eclipsadas por las consultas para elegir candidatos en los tres grandes bloques de izquierda, centro y derecha. En el Pacto Histórico se impuso Petro con más de cuatro millones de votos; en la Coalición Centro Esperanza, Sergio Fajardo con menos de 800.000; y en el Equipo por Colombia, la alianza más inclinada a la derecha, Federico Gutiérrez con más de dos millones de votos.
Un escrutinio entre suspicacias
El resultado del Pacto Histórico ha sido mucho más robusto que la postal del domingo, al pasar de 2,3 millones de votos a casi 2,7 millones –y de 16 a 19 escaños–. Los resultados preliminares, que se informaron al final de la jornada electoral, son los del llamado preconteo, con datos suministrados por los jurados, que no equivalen en los términos más formales al escrutinio que se conoció este viernes. En un ambiente de desconfianza, se han encontrado numerosas anomalías en el preconteo y la transmisión de información con el paso de los días.
Han abundado las denuncias sobre irregularidades. Las críticas al registrador, Alexánder Vega, cuya entidad organiza las elecciones, han llovido desde todas las orillas ideológicas, no solo de la izquierda. El Nuevo Liberalismo, que no superó el umbral necesario para obtener representación en el Senado, exigió “hacer una revisión y reconteo general de todos los votos, esto en presencia de un comité jurídico encabezado por representantes de los partidos y con veeduría internacional”. La Alianza Verde también ha pedido un reconteo, mientras que la senadora uribista Paloma Valencia calificó de “vergonzoso” el manejo de la Registraduría. “Mi deber como registrador nacional es informarles que no existe ningún fraude en Colombia y no existe ninguna posibilidad de fraude en Colombia”, se ha defendido el registrador Vega. “No se puede hablar de que nadie ganó o que recuperó votos porque apenas se están contando”.
Aunque las suspicacias se han presentado desde muy diversos sectores, la más afectada era la lista de la coalición de izquierda –y por eso mismo la mayor beneficiada con el avance del escrutinio–. “Encontramos un comportamiento completamente atípico en los resultados electorales del Pacto Histórico, en lo que tiene que ver con el gran número de mesas donde no se reportan votos”, había señalado previamente Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE). Ha aclarado, sin embargo, que no se puede hablar de fraude, sino de errores en la capacitación y selección de jurados. Entre las abundantes fallas en los formularios que deben llenar, sobresalió uno de diseño que afectó particularmente a la lista del Pacto Histórico, ha explicado Barrios.
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