“El pueblo palestino no existe”: las declaraciones de un ministro israelí despiertan la condena internacional
Borrell y varios gobiernos critican el discurso del ultraderechista Bezalel Smotrich, que habló en París frente a un mapa de Israel que abarcaba parte de Jordania
El ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bezalel Smotrich, está descubriendo estas semanas la repercusión que tienen sus incendiarias declaraciones ahora que está en el Gobierno, al que entró por primera vez el pasado diciembre, en coalición con los partidos ultraortodoxos y el Likud del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Smotrich, que controla también el órgano del Ministerio de Defensa que gestiona asuntos civiles de los palestinos en territorio ocupado, ya tuvo que pedir perdón (dos veces) tras abogar el mes pasado por “borrar Huwara”, una localidad cisjordana que justo acababa de sufrir un “pogromo” —como lo definió el jefe del Comando Central del ejército israelí, Yuval Fuchs— por parte de decenas de colonos judíos radicales, que mataron a un palestino e incendiaron decenas de casas y vehículos en represalia por un atentado.
Este domingo, ha vuelto a tropezar con la misma piedra. En un discurso en París cuya grabación ha sido difundida en las redes sociales, defendió que “el pueblo palestino no existe” y que esta es una verdad “histórica y bíblica” que deben “escuchar en el Palacio del Elíseo, en la Casa Blanca y en el mundo entero”, así como “los árabes en la Tierra de Israel” (un concepto bíblico que abarca tanto Israel como Palestina) y “los judíos a los que han confundido un poco en el Estado de Israel”. El ministro, cuya lista electoral, Sionismo Religioso, fue la tercera más votada en las elecciones del pasado noviembre, aseguró que no existe “historia ni cultura palestina”, sino “un pueblo imaginario que demanda derechos imaginarios en la Tierra de Israel solamente para combatir al movimiento sionista”.
“¿Saben quiénes son los palestinos? Yo soy palestino. Mi difunta abuela, que nació en Metula, en el norte de Israel, hace más de un siglo, en una familia de pioneros que establecieron todos los asentamientos en el norte, es palestina. Mi difunto abuelo, que era jerosolimitano de decimotercera generación, es el verdadero palestino”, dijo Smotrich, aplaudido en varias pausas entre traducción y traducción.
La polémica ha llegado este lunes hasta Bruselas, donde el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha tildado las palabras de “irrespetuosas, peligrosas y contraproducentes en una situación que ya es tensa”. “Lo siento si a algunos no les gusta oír este tipo de cosas, pero es la posición de la UE. No es una posición personal del alto representante. Quizás algunos no lo dicen tan alto y claro”, ha señalado en rueda de prensa.
Las declaraciones también han recibido la condena de Egipto y ―más suave― de Estados Unidos. ”Nos oponemos claramente a este tipo de lenguaje [...] que puede convertirse en un obstáculo para una solución viable de dos Estados”, ha dicho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Shtaye, ve en el discurso de Smotrich “una prueba concluyente de que el Gobierno israelí está dominado por el sionismo extremista”.
La controversia no acaba en las declaraciones. El ministro habló frente a un atril cubierto con un mapa de Israel que abarcaba no solo territorio palestino (como es habitual), sino también parte de Jordania, lo que llevó al portavoz del Ministerio de Exteriores de ese país, Sinan Majali, a calificar el acto de “incendiario” e “imprudente”.
La diplomacia israelí se apresuró a emitir un breve comunicado en el que subraya su “reconocimiento de la integridad territorial del reino hachemí” y su “compromiso con el acuerdo de paz de 1994″, por el que establecieron relaciones diplomáticas a raíz de los Acuerdos de Oslo. “No ha habido cambio en la posición del Estado de Israel”, aclaraba. Un portavoz de Smotrich ha puntualizado que la elección de la bandera correspondió a los organizadores del acto.
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