El partido de derecha tradicional francesa destituye a su líder por querer pactar con Le Pen
Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos, rechaza dimitir y advierte de las “consecuencias penales” de esta decisión
La resaca no ha terminado. La convocatoria de elecciones legislativas anticipadas por Emmanuel Macron el domingo, tras el revés sufrido en las europeas, ha desgarrado a la derecha tradicional francesa. Ante el anuncio del presidente de Los Republicanos (LR), Eric Ciotti, de querer pactar con la extrema derecha de Marine Le Pen, los altos cargos del partido conservador han anunciado este miércoles su destitución. La decisión se ha tomado por unanimidad durante una reunión de la dirección, celebrada de manera rocambolesca en un edificio distinto al de la sede, cerrada con llave por su líder, totalmente aislado, que rechaza dimitir.
“Eric Ciotti está en ruptura total con los estatutos y la línea adoptada por Los Republicanos”, ha dicho, al término de la reunión, Annie Genevard, la secretaria general y número dos del partido, que asumirá la presidencia interina junto a François-Xavier Bellamy, cabeza de lista en las europeas, en las que obtuvo un 7,2% de los votos. “Los Republicanos presentarán candidatos a los franceses en la claridad y la independencia”, ha subrayado.
“Soy y sigo siendo el presidente” de LR, reaccionó de inmediato Ciotti en la red social X. El político rechaza dimitir y ha añadido que la reunión se celebró “en flagrante violación” de los estatutos del partido. También ha advertido de las “consecuencias penales” de la decisión. Poco después, el partido ha presentado a todos sus diputados salientes para los próximos comicios, con excepción de Ciotti y otra diputada, ambos favorables a una alianza con el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen.
La posible alianza con el partido ultra, anunciada por Ciotti el martes, ha desatado una ola de rebelión en el partido de derecha moderada, hermanado con el PP español y con apenas 61 diputados en la Asamblea Nacional. La mayoría de sus líderes considera que aliarse con la extrema derecha traiciona sus principios. Dar este paso supondría además romper el cordón sanitario contra los ultraconservadores, en vigor durante décadas.
Ciotti, de 58 años y elegido al frente del partido en 2022, justificó su propuesta de alianza por el peligro que, según él, representa para Francia tanto el bloque centrista del presidente Macron como una alianza de izquierdas. “Necesitamos una alianza [con el RN] para seguir siendo nosotros mismos”, dijo durante una entrevista con la cadena TF1. Sus palabras provocaron una ola de indignación inmediata en las filas del partido, heredero del RPR y la UMP de los presidentes Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, y descendiente del gaullismo, movimiento inspirado por el general Charles de Gaulle.
Los partidos de izquierdas acordaron el miércoles un primer reparto de 546 circunscripciones electorales (hay 577 en total). La Francia Insumisa (LFI, izquierda de Mélenchon) presentará candidaturas en 299, 97 menos que en 2022. El Partido Socialista, que obtuvo mejores resultados en las europeas, 175 (en 2022 tuvieron 70 candidatos), los verdes en 92 (frente a las 100 anteriores) y el Partido Comunista permanece con 50.
Jornada estrambótica
Ante la posibilidad de un pacto con RN y el rechazo de la mayoría de los responsables de la formación, Annie Genevard, la número dos del partido, decidió convocar una reunión “excepcional”. La cita, que duró casi dos horas, se celebró durante una jornada estrambótica, en medio del caos y con escenas surrealistas. Los altos cargos de LR se reunieron a las tres de la tarde, pero no lo hicieron en la sede del partido, sino en el Museo Social de París, situado no muy lejos de la Asamblea Nacional.
Tres horas antes de la reunión, Ciotti cerró las imponentes puertas azules de la sede con llave y ordenó a todos los trabajadores salir del edificio, alegando riesgos de “amenazas y desórdenes”. El destituido líder también aseguró en X que ninguna reunión estaba prevista en el lugar. Las reacciones no se hicieron esperar. “Estamos en una casa de locos”, aseguró el diputado conservador Aurélien Pradié. El diario Le Parisien citó a un antiguo colega íntimo de Ciotti que hasta ayer era miembro de su gabinete, quien lo comparó a “Saruman tras el asedio de Isengard” en El Señor de los Anillos. “Ya no tiene ningún poder”. Tras la reunión, que centró todas las miradas este miércoles, la número dos y ahora presidenta interina de LR volvió a abrir las puertas de la sede, de la que poseía un doble de las llaves. Un agente de seguridad citado por el diario Le Monde afirmó que Ciotti no estaba en las oficinas.
Varios altos cargos de LR hablaron con la prensa antes de la cita, a menos de tres semanas de las legislativas, que tendrán lugar el 30 de junio y 7 de julio. “No hay lugar para traidores (...). Quiero que la derecha republicana siga encarnando sus valores, contra todos los extremos y como alternativa a Emmanuel Macron”, dijo Valérie Pécresse, candidata de LR en las últimas presidenciales de 2022. Xavier Bertrand, presidente LR de la región de los Altos de Francia y figura influyente del conservadurismo francés, insistió en que era necesario tener un “voto de los militantes” antes de tomar una decisión de este calado. El mensaje, repetido por varios pesos pesados, era unánime: Ciotti traicionó los valores del partido y debe ser excluido.
El psicodrama LR no ha terminado y podría abrir la puerta a batallas jurídicas, con dos bandos interpretando el reglamento del partido a su ventaja. Ciotti tildó la reunión de “ilegal” y aseguró que no tenía ningún valor jurídico. Jordan Bardella, presidente de RN y mano derecha de Le Pen que triunfó en las elecciones europeas del domingo, alabó el “valor” del exlíder de la derecha moderada y sostuvo que era el “único legítimo” tras una elección interna.
Según Franceinfo, Ciotti mandó este miércoles un correo electrónico a los militantes en el que les invitaba a apoyar el “agrupamiento de las derechas” tras su anuncio de alianza con el RN. El mensaje contenía un vínculo y, según el destituido y aislado líder, más de 10.000 personas firmaron la petición en apenas una hora.
Las tensiones provocadas por el éxito del partido de Le Pen y la convocatoria adelantada de elecciones legislativas no afectan solo a las formaciones tradicionales, de izquierda y derecha. Marion Maréchal, la número dos del partido ultraderechista Reconquista, y a su vez sobrina de Le Pen, rompió este miércoles con el presidente de la formación, Éric Zemmour, y reclamó apoyar a los candidatos de la alianza entre los ultraderechistas de RN y la derecha tradicional de LR.
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