Guerra en Oriente Próximo: resumen del 26/11/2024

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Israel y Líbano aceptaron este martes la propuesta estadounidense de alto el fuego, como confirmó en una comparecencia el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desde la Rosaleda de la Casa Blanca. El acuerdo implica, dijo, que los combates cesarán a partir de las 3 de la madrugada de este miércoles (hora peninsular española), en una iniciativa “diseñada para ser un cese permanente de las hostilidades”. “Estamos dedicados a que este conflicto no sea simplemente otro ciclo de violencia y, por tanto, Estados Unidos, con el total apoyo de Francia y otros aliados, ha prometido colaborar con Israel y Líbano para garantizar que el acuerdo queda aplicado por completo”, señaló el presidente estadounidense.

Unas horas antes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había anunciado el acuerdo y prometió “responder con fuerza” a Hezbolá si lo vulnera. Netanyahu, que logró la aprobación del gabinete de seguridad, dijo que el alto el fuego sirve para desvincular los dos tableros de la guerra, el de Gaza y el de Líbano: “Hamás se ha quedado solo en el combate y eso ayudará a nuestra misión sagrada de devolver los rehenes a casa”. “En plena coordinación con Estados Unidos, mantenemos una completa libertad de acción militar. Si Hezbolá viola el acuerdo o intenta rearmarse, atacaremos con decisión”, añadió el mandatario israelí, que presentará el acuerdo ante el Consejo de Ministros tras lograr el apoyo de su gabinete de seguridad.

La Unión Europea se apresuró a saludar como una noticia “muy alentadora” la tregua e instó a todas las partes a “respetarla” para dar una oportunidad a aliviar la situación de la población civil y buscar una solución más duradera. El anuncio del acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia, es “una noticia muy alentadora, ante todo para los libaneses e israelíes afectados por los combates”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. No todo fueron celebraciones: el ultraderechista ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, anunció que se opondría al acuerdo cuando se presentara en Consejo de Ministros. “Debemos tener nuestro propio cinturón de seguridad”, alegó el ministro.

La tregua pondrá fin a 11 meses de guerra de baja intensidad con Hezbolá y, sobre todo, a los últimos dos y medio de guerra abierta que han dejado casi 3.800 muertos en Líbano, a cientos de miles de personas sin hogar ni trabajo y al partido-milicia libanés debilitado y descabezado. Mientras esa tregua entre en vigor, Israel lanzó ataques “a gran escala”, según la definición de un portavoz militar, a lo largo del día contra los suburbios del sur de Beirut. Desde la mañana, la aviación llevó a cabo hasta 20 bombardeos en Dahiye, el suburbio sur de la capital libanesa; derribado un edificio del centro de la capital (donde los drones de vigilancia suenan con más fuerza que nunca), en un bombardeo sin aviso previo de evacuación, y atacado por primera vez el campamento de refugiados de Rashidiya, cerca de la ciudad de Tiro.