La policía de Georgia arresta a dirigentes de la oposición tras una semana de protestas
La coalición al frente de las manifestaciones llama a la desobediencia civil mientras crecen las dimisiones como protesta por la represión y el abandono de la vía europea por parte del Gobierno
La crisis política en Georgia avanza cada día un poco más hacia el abismo a medida que aumenta la violencia en la represión de los manifestantes, que ya suman ocho noches consecutivas de multitudinarias protestas en las calles de Tbilisi, la capital, y otras ciudades del país caucásico contra la decisión del Gobierno del partido Sueño Georgiano, cada vez más escorado hacia Moscú, de abortar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea. En los últimos dos días, el Ejecutivo ha dado un paso más con el registro de sedes de los partidos de oposición y la detención de varios de sus dirigentes y miembros destacados, entre ellos, Nika Gvaramia, que lidera, de forma colegiada, la coalición opositora más votada en los últimos comicios. La Unión Europea y Estados Unidos han amenazado con sanciones.
En un vídeo publicado en redes sociales por la Coalición por el Cambio se observa cómo, después de encararse con los agentes, estos se abalanzan sobre Gvaramia y lo agarran de brazos y piernas. Tras intentar resistirse, parece quedar inconsciente, mientras lo arrastran hasta un vehículo en el que se lo llevan. “En el momento de su arresto, Nika Gvaramia fue agredido. Le golpearon en el abdomen y uno de los golpes le cortó la respiración durante unos segundos y se desvaneció, pero, a grandes rasgos, su estado de salud es ahora satisfactorio”, afirmó este jueves el abogado Dito Sadzaglishvili tras visitarlo en el centro de detención de Marneuli, a unos 40 kilómetros de la capital, donde había sido detenido.
Footage - @NikaGvaramia212, one of our Coalition leaders, was dragged by the police and thrown into a detention car after getting physically assaulted and falling unconscious.
— Coalition 4 Change 🇬🇪🇪🇺 (@CoalitionGEO) December 4, 2024
He verbally insisted to be allowed into the search of our members parties’ office, as he’s a lawyer. pic.twitter.com/U5yTCGZqPo
La detención de Gvaramia se produjo durante uno de los registros a diversas sedes de partidos opositores y grupos políticos que llevó a cabo la policía durante el miércoles y en los que, según un comunicado del Ministerio de Interior, se incautaron “cascos, máscaras antigás, material pirotécnico, radios, ordenadores y cócteles molotov”. Tras ello, las cuatro principales coaliciones opositoras convocaron una reunión de coordinación en un hotel del centro de Tbilisi, a cuya llegada les esperaba un grupo de presuntos simpatizantes del partido gobernante, muchos de ellos con la cara tapada, que trataron de agredir a los opositores y se produjeron enfrentamientos. Allí, la policía también detuvo a otros dos dirigentes de la oposición. Sus abogados han denunciado que ambos fueron agredidos durante la detención, según la agencia Interpress. Zura Datunashvili, de la Coalición por el Cambio y excampeón mundial de lucha grecorromana, presenta heridas en la garganta y el ojo y ha sido detenido en una celda de aislamiento, y Aleko Elisashvili, de la coalición Georgia Fuerte, presenta una “posible rotura en la costilla” y “moratones en varias partes del cuerpo y la cara”, por lo que el jueves fue trasladado a un hospital por la propia policía.
El Ministerio de Interior explicó que siete personas fueron detenidas durante los registros de las sedes de los partidos bajo la acusación de “organizar y liderar violencia organizada”, por lo que podrían enfrentarse hasta a nueve años de cárcel. Una fuente opositora elevó a nueve los miembros y dirigentes de diversos partidos de oposición han sido detenidos, y mostró su temor a que esta cifra aumente porque “los registros continúan este jueves”, por ejemplo, en casa del portavoz parlamentario de una de las principales formaciones opositoras. El jueves, además, un conocido actor y un comediante que se han significado a favor de los manifestantes, también fueron detenidos.
“Estas fuerzas políticas están suministrando sistemáticamente fuegos artificiales y otros materiales a la gente”, denunció el primer ministro georgiano, Irakli Kobakhidze, preguntado por la prensa acerca de las detenciones, si bien según los abogados de los dirigentes políticos detenidos únicamente se les imputan faltas administrativas.
Las protestas de la última semana han derivado en duros enfrentamientos, con parte de los manifestantes lanzando fuegos artificiales a los agentes, de los que varias decenas han resultado heridos, según el Ministerio de Interior. Las fuerzas de seguridad han usado con profusión el gas lacrimógeno y cañones de agua a presión mezclada con agentes químicos para dispersar las protestas. Hay varios cientos de personas detenidas y decenas de heridos.
Según un comunicado de la asociación ISFED que recoge testimonios de los arrestados, la mayoría de los heridos lo han sido durante su detención e incluso en el traslado en vehículos policiales, donde los agentes los sometieron a palizas, tratos degradantes y amenazas con frases como “Europeíto, ¿te gusta por el culo? Lo vamos a arreglar metiéndote la porra por el culo”. “Algunos de los detenidos están ingresados, tienen moratones por todo el cuerpo y heridas en la cara, incluidas fracturas en la nariz y mandíbula”, explica el comunicado. Uno de los manifestantes, un joven de 22 años, permanece en coma inducido y su estado es crítico tras haber recibido el impacto de una cápsula de gas lacrimógeno en un ojo.
El jefe de planificación de operaciones del departamento de las fuerzas antidisturbios de la policía ha presentado su dimisión con una carta publicada en su Facebook y dirigida al ministro de Interior en la que alega razones familiares, pero que al ser acompañada de los emojis de la bandera georgiana y de la UE es leída como una dimisión en protesta contra la deriva del Gobierno. Varios embajadores georgianos, entre ellos los destinados en Estados Unidos, Italia y Países Bajos, han presentado su dimisión, así como el viceministro de Exteriores —si bien el Gobierno arguye que fue destituido por la ministra entrante—, y cientos de funcionarios han firmado un comunicado en el que rechazan la decisión del Gobierno de no proseguir con las negociaciones de adhesión a la Unión Europea hasta 2028.
Denuncias de fraude
La oposición había iniciado un movimiento de protestas diarias tras las elecciones del pasado 26 de octubre, que revalidaron la mayoría absoluta de Sueño Georgiano, pero que diversas organizaciones y observadores denunciaron que se produjeron en medio de un “fraude sistemático”. Sin embargo, las manifestaciones se habían desinflado hasta que el Gobierno anunció la semana pasada su decisión sobre las negociaciones de adhesión europea, lo que ha enardecido los ánimos de una población que apoya mayoritariamente el ingreso a la UE.
Ahora, los líderes de la oposición han llamado a la “desobediencia civil” contra lo que consideran un “Gobierno ilegítimo” y dirigido desde Rusia, y han pedido la “extensión de las huelgas”, que de momento afectan mayormente a universidades e instituciones educativas. También se han producido varios cortes de carreteras y bloqueos. “Esto ya no es siquiera un régimen oligárquico, es un régimen criminal. [Bidzina] Ivanishvili ha borrado las líneas entre la policía y los criminales”, criticó otro de los líderes opositores, Nika Melia, en referencia al multimillonario fundador y líder en la sombra de Sueño Georgiano.
Por su parte, tanto la UE como EE UU han criticado duramente la represión de las protestas. “Mientras revisamos nuestra cooperación bilateral, estamos preparándonos para usar todas las herramientas a nuestra disposición, incluso sanciones adicionales”, advirtió el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken. Este año, Washington ya ha sancionado a dos altos funcionarios del Ministerio de Interior por su papel en la represión de las protestas de primavera contra la aprobación de la llamada ley de agentes extranjeros, similar a una vigente en Rusia, y a dos dirigentes de movimientos de ultraderecha que han atacado a opositores del Gobierno y miembros de la comunidad LGTBI.
La UE, en cambio, no ha adoptado sanciones, aunque congeló el proceso de adhesión europea este verano por las leyes represivas adoptadas por Tbilisi. Sin embargo, varios Estados miembro, con los bálticos —Lituania, Letonia y Estonia— a la cabeza, presionan a Bruselas para que adopte medidas de castigo contra los dirigentes georgianos. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció este jueves sanciones a Ivanishvili y 19 colaboradores suyos por “vender los intereses de Georgia y su pueblo” e instó a la UE y EE UU a hacer lo propio.
La oficina del secretario general de la ONU, António Guterres, ha emitido un comunicado mostrando su preocupación por la situación del país caucásico en el que invita “a todos los actores a evitar acciones que lleven a mayor violencia y a solventar las diferencias a través del diálogo”.
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