Netanyahu declara ante un tribunal de Tel Aviv acusado de soborno, fraude y abuso de confianza
El primer ministro de Israel deberá acudir al proceso tres veces por semana
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado este martes ante un tribunal de Tel Aviv acusado de soborno, fraude y abuso de confianza. Es la primera vez que un primer ministro de Israel afronta una imputación penal mientras ejerce el cargo y es también la primera ocasión en que Netanyahu declara por los tres casos en los que es investigado desde hace cinco años por hechos ocurridos entre 2007 y 2019. Está previsto que el mandatario continúe con su declaración este miércoles y que deba acudir al proceso tres veces por semana. Sus abogados plantearon en su momento un posible aplazamiento por la guerra en Gaza o una menor presencia en las sesiones del proceso, pero el propio Netanyahu ha afirmado este martes que “es posible hallar un equilibrio entre las necesidades del país y este juicio”.
Netanyahu fue acusado en 2019 en tres casos de corrupción relacionados con la aceptación de regalos por miles de dólares a cambio de favores y plantear una posible modificación legislativa para beneficiar a un empresario de medios con el fin de garantizarse una cobertura favorable. El dirigente rechaza las acusaciones y ya se declaró “no culpable” en 2021. Por el juicio, que comenzó en mayo de 2020 y registró interrupciones por la pandemia, han pasado ya 140 testigos.
Tras la sesión de este martes, Netanyahu atacó a los medios de comunicación israelíes, a los que acusó de “parciales, monodireccionales y poco profesionales”. “La distancia entre los medios y cualquier tipo de ética es un abismo”, acusó el primer ministro, quien siempre ha tachado las investigaciones judiciales en su contra como una “caza de brujas”. El pasado jueves incluso acusó a “las autoridades policiales” de intentar una suerte de “golpe de Estado con investigaciones políticas rabiosas que son inaceptables en cualquier democracia”.
Netanyahu, de 75 años, ha permanecido en el poder casi consecutivamente desde 2009. Es el dirigente israelí que más tiempo lleva en el cargo y también es el primer mandatario en ejercicio acusado de un delito. Sus problemas legales se agravaron el mes pasado, cuando el Tribunal Penal Internacional emitió una orden de detención contra él y su exministro de defensa Yoav Gallant, junto con un líder de Hamás, por presuntos crímenes de guerra en el conflicto en Gaza.
Los problemas legales de Netanyahu han dividido a la sociedad israelí y han marcado varias citas electorales. Además, el intento de su Gobierno el año pasado de limitar los poderes del poder judicial polarizó aún más a los israelíes, una parte de los cuales veían tras la reforma un intento de Netanyahu de sacudirse sus propios casos. El ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza opacaron las noticias sobre el juicio a Netanyahu hasta que se ha producido su declaración en la sesión de este martes.
El abogado del primer ministro, Atty Amir Haddad, calificó de absurdas las acusaciones contra el primer ministro y consideró que se le investiga por tratar de conseguir una cobertura mediática decente. Haddad hizo referencia a los casos conocidos como 4000 y 2000, que le vinculan a empresarios de telecomunicaciones a quienes supuestamente concedió favores a cambio de una cobertura favorable a su imagen.
A las puertas del juzgado se congregaron unas 200 personas, entre manifestantes de izquierda que pedían la dimisión de Netanyahu, y simpatizantes de derechas, además de representantes de las familias de los rehenes de Hamás en Gaza.
Respondiendo a un llamamiento de Netanyahu, la ministra de Transportes, Miri Regev, y el responsable de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, acudieron al tribunal, así como el presidente del Parlamento, Amir Ohana, y varios diputados de su partido, Likud.
Ataques contra la justicia y la prensa
En una conferencia de prensa que Netanyahu ofreció en la noche del lunes, la primera en casi 100 días, el jefe del Ejecutivo israelí cargó duramente contra la justicia, alegando que se “está llevando a cabo una cacería”. “Todo va bien en un intento de derrocar a Bibi [su apodo]. Creo que es terrible y simplemente no es aceptable en un país democrático”, denunció. Netanyahu también cargó contra las “falsedades” de los medios de comunicación y se encaró con un periodista al que acusó de mentir.
Yair Golan, presidente del Partido Demócrata, lamentó que Netanyahu se queje de los medios mientras los soldados israelíes mueren en la franja de Gaza. “Siete soldados cayeron hoy, más de 1.800 israelíes han sido asesinados por el terrorismo y la guerra desde el establecimiento del Gobierno. Un centenar de mujeres y hombres israelíes son rehenes de Hamás. [Fue] el peor fallo de seguridad en la historia del país, y el primer ministro se queja de los medios de comunicación y de su juicio penal”, ha señalado Golan en su cuenta de la red social X, donde ha dicho además que “es una vergüenza para el país que así sea su líder. Será reemplazado muy pronto”.
El dirigente de Unidad Nacional, Benny Gantz, declaró que el país se merece un jefe del Gobierno que “se moleste cuando habla de [sus] rehenes y víctimas, y no cuando le preguntan por sí mismo”. “Netanyahu está aplastando el sistema de justicia y la sociedad en su conjunto”, denunció el opositor en X. Por su parte, el líder de la formación centrista Yesh Atid, Yair Lapid, calificó las declaraciones del primer ministro de “colección de mentiras”. “Su denuncia de que ha esperado ocho años para su testimonio es falsa. La razón por la que se tomó tanto tiempo es porque hizo todo lo posible para detener [el proceso]. Lo único que lo detiene es su pasado”, sostuvo.
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