Xóchitl Gálvez: “Nunca imaginé llegar como senadora y salir como precandidata presidencial”
La candidata arrancará su precampaña en Ciudad Juárez. Antes de irse ha presentado una iniciativa para consolidar los gobiernos de coalición, el suyo sería el primer en caso de ganar en 2024
Xóchitl Gálvez ha dejado la curul tras meses de empatar la agenda legislativa con sus giras como aspirante presidencial. Este miércoles ha pedido licencia como senadora. La mujer que llegó en 2018 a ese escaño por el PAN, a partir del lunes ha de entregarse por completo a la contienda por la silla presidencial. “Una flor que no se seca y que su aroma convence”, es el fragmento de “El Hidalguense”, melodía que marcó los últimos minutos de la candidata presidencial del Frente Amplio por México como parlamentaria en funciones en el Senado mexicano. La letra coincide con la cascada de elogios que sus correligionarios, frentistas y hasta morenistas lanzaron en la sesión previa a que el pleno le aprobara el permiso para ausentarse indefinidamente a partir del 20 de noviembre. Por un momento se vio una aglomeración en la sala de juntas de la bancada panista. Los representantes de medios de comunicación y curiosos ocupaban el espacio que completó un grupo de 12 senadores panistas encabezados por sus incondicionales, Josefina Vázquez Mota, Kenia López, Alejandra Reynoso y el coordinador Julen Rementería. Priistas y perredistas estuvieron ausentes en el festejo, que no en la foto de la tribuna.
Este miércoles los huipiles bordados a mano con gamas de colores estridentes y coloridos no fueron exclusivos de la candidata presidencial de la oposición. Al menos una docena de senadoras replicaron la vestimenta que caracteriza a Gálvez, quien se ha dicho orgullosa de su origen indígena. Ataviadas con prendas típicas mexicanas rindieron homenaje a la senadora a quien le auguraron regresar al Congreso para rendir protesta como la primera presidenta de México tras los comicios de 2024. Estuvo arropada por los dirigentes del PAN, Marko Cortés; del PRI, Alejandro Moreno y del PRD, Jesús Zambrano. Por cierto, con el líder priista, la relación, que no ha sido la mejor por la intención de Alito Moreno de tener injerencia directa en la campaña de Gálvez, se ha tensado en los últimos días tras el lapsus de la candidata, quien de manera pública lo ha calificado como un mal priista y aunque se ha disculpado, el golpe está dado. La expresión incómoda de ambos lo delataba. Incluso el forzado “Xóchitl Gálvez será la próxima presidenta de México. Que se escuche fuerte y claro”, fue todo menos así.
Gálvez ha aprovechado hasta el último momento su faceta como senadora. Se ha despedido con una propuesta para expedir la Ley del Gobierno de Coalición. Esta figura no es nueva, ya existe en la Constitución, pero carece de regulación. “El gobierno de coalición es el siguiente paso de nuestro sistema democrático y régimen político”, ha dicho al presentar la iniciativa que prepara el camino en caso de que un giro de tuerca le dé ventaja y resulte ganadora sobre la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum. Entre las tareas pendientes que ha dejado la senadora a las bancadas del frente está la de impulsar la propuesta en los próximos meses, mientras ella se enfrasca en la precampaña y la campaña presidencial.
Su despedida ha ocupado cerca de dos horas de la sesión de este miércoles, en la que participaron 40 oradores de todas las fuerzas parlamentarias. No solo le han deseado éxito en su nueva encomienda, nada menos que ganar la batalla para sacar a la 4T de Palacio Nacional. Los consejos llegaron de las voces menos esperadas. Malú Mícher, la morenista, más cerca de Marcelo Ebrard que de López Obrador y aún más distante de Claudia Sheinbaum, ha lanzado un par de consejos: “No dejes que nadie decida por ti en la campaña, sé muy firme en tus decisiones”, “Yo no te puedo decir que ganes, pero sí que des una buena batalla. No dejes que el patriarcado se adueñe de tus decisiones”. A la senadora le alcanzó para hacer una petición: “Defiende la agenda de las mujeres. Échale muchas ganas”, lanzó la marcelista, acompañada a unos metros de distancia de su correligionaria Susana Harp, las únicas morenistas presentes, además de la presidenta del Senado, Ana Lilia Aguilar. Al final, la imagen del abrazo de Gálvez, Mícher y Harp ha quedado para la posteridad.
Más tarde hizo presencia Alejandro Rojas Díaz Durán, quien no solo reconoció el trabajo parlamentario de la senadora. Además de respaldar su aspiración, criticó el trato que le dio el mandatario mexicano. “Fue muy injusta la manera en la que fue tratada por el poder. Muy injusta la campaña negra que le hicieron desde las trincheras de mi partido”, lo que le valió un débil abucheo que se perdió al instante. Le han dicho y augurado de todo. “¡Te vas por la puerta grande!”, “México merece tener al frente a una persona como tú”, “Estoy ansioso por que la gente vea en ese corazón noble los sueños y las esperanzas de un mejor país”, “Te llevas mi esperanza”, “Voy a morir en la raya por ti”, “Voy a votar por ti, tienes aquí a un soldado”. De ese tamaño y así de pesada es la losa que se ha echado a cuestas la candidata presidencial.
Atrás quedaron los disfraces de dinosaurio en protesta a la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral de López Obrador; las tomas de tribuna con una gran maqueta con legos de la llamada “casa gris” del hijo del presidente José Ramón López Beltrán o bien su encadenamiento a una silla en el antiguo edificio del Senado para impedir que Morena sesionara en una sede alterna ante la falta de acuerdos para nombrar a los comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, apenas en abril pasado. Los tiempos han cambiado, ahora inicia la verdadera campaña. Sin ir con pruebas y error. Esta es la contienda definitiva, la elección del 4 de junio de 2024.
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