_
_
_
_
columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Precios sin competencia

Se alquila o vende voz, pero quién va a querer la voz de un pobre

La actriz Scarlett Johansson posa para los fotógrafos en el Festival de Venecia de 2019.
La actriz Scarlett Johansson posa para los fotógrafos en el Festival de Venecia de 2019.Stefania D'Alessandro (WireImage,)
Juan José Millás

La inteligencia artificial sustrajo a Scarlett Johansson la voz después de que la actriz se negara a vendérsela. Denunciado el robo, se la tuvieron que devolver, claro: la propiedad privada no se toca. Significa que, además de con el riñón y con el hígado, también podemos hacer negocio con nuestras producciones guturales. Si entras en la internet profunda, donde hasta por un gramo de semen de baja calidad recibes unos céntimos, ya puedes ofrecer también tu voz a cambio de unos euros. Eso es lo primero que se nos ocurrió a los pobres de este mundo, pero quién va a querer la voz de un pobre (esto es lo segundo que se nos ocurrió). Tu voz quédatela, no es un producto interesante, hermano, lo sería si poseyeras la de Scarlett Johansson o la de Robert De Niro, incluso la del español Iñaki Gabilondo. Ahí tienes unos bienes de consumo que serían un éxito si salieran a Bolsa el lunes próximo. Igual que poseer hectáreas de suelo urbanizable en Benidorm.

Se alquila o vende voz, qué bueno.

En eso estaba pensando yo, en el “se alquila o vende”, porque si no tienes nada que vender o alquilar eres un paria, cuando escuché la voz de mi madre procedente del aparato de radio de la mesilla de noche, pues estaba haciendo pereza en la cama mientras pensaba en el conflicto entre Scarlett Johansson y la IA. Una locutora había robado la voz de mi madre, la voz de mi pobre madre muerta, que era muy sensual debido a la faringitis crónica que padeció. Y no podía hacer nada por recuperarla al carecer de registros de esa voz. Me quedé con su carné de identidad y con su dentadura cuando falleció, pero ignoro qué fue de su voz, tal vez se la quedó alguno de mis hermanos y está haciendo negocio ahora con ella. Eso, o que escucho voces, porque la radio no estaba encendida. Voces que no me cuestan nada, a las que ni me tengo que abonar. Voces gratuitas y sin publicidad. Poseo un excedente de voces que alquilo o vendo. Precios sin competencia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_