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Caso Gürtel

El ‘número dos’ de Gürtel enreda el juicio con asuntos formales

Pablo Crespo exige que los documentos del sumario se le muestren en papel

Fernando J. Pérez
Pablo Crespo, junto a su abogado, a su llegada hoy a la Audiencia Nacional.
Pablo Crespo, junto a su abogado, a su llegada hoy a la Audiencia Nacional.Álvaro García

El supuesto número dos de la red Gürtel, Pablo Crespo, enredó este martes la novena sesión del juicio a la trama de corrupción con una batería de asuntos formales. El gerente de las sociedades del cerebro de la red, Francisco Correa, que el lunes había reconocido como suyas una serie de firmas y vistos buenos en documentos intervenidos en los registros realizados en 2009, este martes se echó atrás.

Todos esos documentos, que fueron escaneados durante la fase de instrucción bajo control judicial le habían sido mostrados por la fiscal en formato electrónico. Por consejo de su abogado, Miguel Durán, Crespo exigió que se le exhibieran los documentos originales en formato papel. El encargado de gestionar las sociedades del Grupo Correa se negó reconocer cualquier documento en la pantalla.

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Tras una interrupción de 15 minutos para deliberar, el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, el recordó a Crespo que la “política de papel cero”, consagrada en la ley, vincula al tribunal y rechazó la petición de que se mostraran los documentos en su formato original. El abogado Durán, antiguo presidente de la ONCE, había denunciado que la plataforma informática en la que se almacenan los documentos del sumario es “absolutamente inaccesible para las personas ciegas”, como es él.

Durán denunció que la falta de acceso a las “piezas de convicción” de manera directa y no a través de un dispositivo informático constituía una “falta de derecho de defensa de libro” y, tras protestar, anunció que invocará esta cuestión en un posible recurso de casación ante el Tribunal Supremo, si su cliente resultara finalmente condenado. La fiscalía reclama una pena de 85 años de prisión para Pablo Crespo.

En este caso está en juego el llamado principio de inmediación judicial, que exige que las pruebas se practiquen en presencia del tribunal. Fuentes jurídicas recuerdan que la digitalización de los expedientes se hace bajo control judicial y señalan que el Supremo ha avalado otras prácticas telemáticas como la declaración de testigos por videoconferencia.

El pendrive

Previamente, la sesión tuvo que interrumpirse por un incidente similar. Crespo exigió que le fuera mostrado el pendrive —lápiz de memoria informática— original sobre el que le estaba interrogando la fiscal Concepción Sabadell y que fue hallado en un sobre a su nombre en el registro del “piso de seguridad” de la trama corrupta, en Madrid.

Tras encontrarse el dispositivo informático y examinarlo el acusado brevemente, este aseguró que no era de su propiedad.

Pablo Crespo seguirá declarando ante las defensas del resto de acusados el jueves 27.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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