La lucha del dato contra el impacto ambiental
Distintas iniciativas analizan información geolocalizada y se sirven de representación cartográfica para concienciar sobre polución, pesca ilegal y deforestación
Se dice que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Los esfuerzos de multitud de organismos e instituciones por concienciar a la población acerca de las amenazas que asolan la tierra tienden a caer en saco roto.
La semana pasada, más de 15.000 científicos advertían en la revista BioScience de que los problemas que asolan al planeta se han incrementado considerablemente en los últimos 25 años. Aunque la capa de ozono se haya estabilizado y la tasa de deforestación se haya ralentizado, se ha reducido un 29% el número de mamíferos, reptiles anfibios, aves y peces, la población mundial ha aumentado un 35% y contamos con un 75% más de zonas muertas en los océanos.
Algunas compañías han optado por afrontar la cuestión desde un enfoque diferente y han decidido utilizar la analítica de datos geolocalizados para combatir algunos de estos males. Desde EL PAÍS RETINA recopilamos algunas de las más interesantes:
- Mapas contra la pesca ilegal
El proyecto Global Fishing Watch tiene la ambiciosa pretensión de acabar con la pesca ilegal en los océanos. Para ello, utilizan datos que recogen vía satélite para identificar una serie de patrones de comportamiento en las embarcaciones tales como su dirección y velocidad. Basándose en la información recogida de cerca de 24.000 millones de muestras a más de 60.000 barcos, su herramienta determina en tiempo real si un navío concreto está pescando.
Actividad pesquera mundial en 2017
El potencial de esta plataforma reside en su carácter colaborativo: Global Fishing Watch está abierta a quien quiera utilizarla y cualquier internauta puede navegar por el mapa y denunciar una actividad pesquera que considere delictiva.
"Gran parte de lo que ocurre en altamar es invisible, lo que ha sido una gran barrera para comprender y mostrar al mundo lo que hay en juego en el océano", explicaba durante la presentación del proyecto John Amos, presidente de SkyTruth, una de las oenegés impulsoras del mismo. "El análisis de la información que recogemos permite que la interacción humana con el océano sea más transparente que nunca".
La compañía que dirige Amos se dedica a recoger datos por satélite para identificar las amenazas a los recursos naturales del planeta —han trabajado en proyectos relacionados con la expansión urbana descontrolada, el fracking, la quema de gas natural o la huella de la extracción de carbón en las montañas— y motivar a las personas a proteger el medio ambiente.
- Mapas contra la polución
Después de cuatro años recogiendo información sobre la calidad del aire en las ciudades gracias a los coches de Street View, Google publicó el pasado junio los resultados de un proyecto piloto en Oakland junto a la ONG Environmental Defense Fund (EDF) que consiste en un mapa de polución en la ciudad estadounidense.
Los datos reflejan la variación de los niveles de contaminantes como el óxido nítrico y el dióxido de nitrógeno en distintos puntos de la ciudad y ponen de manifiesto la mala calidad del aire existente cerca de zonas residenciales y colegios.
"Este método permite a los responsables políticos identificar las fuentes de contaminación perjudicial para que puedan tomar medidas para mejorar la seguridad y la salud", afirmaba Steven Hamburgo, científico al cargo de la investigación.
No es la primera vez que Google trabaja con EDF. Desde el año pasado, ambas compañías han publicado distintos mapas con las fugas de metano en las líneas de gas natural en determinadas ciudades de EE UU. Una de las principales proveedoras de este recurso en el país, la compañía PSE&G, utilizó los datos que reflejaba este proyecto para priorizar el reemplazo de sus redes de gas. La empresa energética redujo las emisiones de metano en un 83% y asegura que, si no hubieran contado con esta información, hubieran utilizado un 35% más de kilómetros de tuberías.
- Mapas contra la deforestación
Si un árbol cae en el bosque y nadie lo oye, ¿hace algún sonido? Global Forest Watch quiere terminar con este dilema asegurándose de que siempre haya alguien que lo oiga. Se trata de una herramienta que monitoriza la actividad forestal casi en tiempo real. Su intención: acercar a las autoridades y gobiernos de todo el planeta una herramienta que les permita comprobar si se están talando bosques en áreas protegidas.
Avance de la deforestación en el mundo desde el 2000 de acuerdo a Global Forest Watch
Este proyecto surge de juntar en la misma habitación la capacidad de procesamiento de Google, satélites de la NASA, datos del Instituto de Recursos Mundiales y tecnología de Carto. La plataforma es de libre acceso y permite a los usuarios introducir los parámetros que considere para realizar sus propios análisis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.