Carme Chacón, la ministra que desafió al machismo con unos pantalones

Carme Chacón sabía lo que era plantarle cara al machismo. Lo hizo convirtiéndose en la primera mujer en ponerse al frente del Ministerio de Defensa en abril de 2008. Y lo hizo embarazada de 7 meses, a solo 8 semanas de dar a luz a su hijo Miquel. La noticia sorprendió tanto que incluso la prensa internacional se hizo eco de algo que hasta entonces era inaudito en nuestro país: Zapatero había puesto al frente del ministerio más tradicionalmente masculino a una mujer y encima lo había hecho sabiendo que estaba en la recta final de su embarazo.

Chacón venía con ganas de sacudir los cimientos más rancios de la sociedad española. Por eso, para presidir la Pascua Militar de 2009 decidió pasar del tradicional vestido largo que supuestamente visten las mujeres y decidió sustituirlo por un esmoquin muy elegante de Purificación García. La elección, como ella bien explicó en su día, cumplía perfectamente con el protocolo, pero nuestro país –a juzgar por la cantidad de titulares– no estaba preparado para que una Ministra se ‘atreviera’ a ir en pantalones a un acto tan tradicional.

“Me aseguré de que el traje fuera protocolariamente adecuado”, aseguró Carme Chacón tras confesar que le sorprendió la reacción de algunos sectores que la criticaron. “Nuestra Pascua Militar tiene 300 años. Por primera vez, una mujer da un discurso al Rey y algunos han creído que de lo que se debía hablar de la ropa que llevaba la ministra”. Por aquel entonces la socialista también declaró que los que destacaron ese detalle eran “los mismos a quienes no gustó nada que hubiera un Gobierno con más mujeres que hombres, que hubiera una mujer como ministra de Defensa y que, además, estuviera embarazada”.

La imagen de Carme Chacón caminando con paso firme con su esmoquin, el pelo recogido en una coleta y los ojos ahumados con sombra negra se ha quedado grabada en la retina de millones de españolas. Si bien podría leerse como simple anécdota, lo cierto es que ese día, en España, una mujer dio un paso al frente en lo que se refiere a libertad personal y atuendo profesional en un sector, el militar, donde las progresías y el género femenino son testimoniales. Hoy vale la pena recordarlo –y recordarla– como un gesto valiente y un paso más en el costoso camino hacia la igualdad en todos los sectores.