152 cuarteles de la Guardia Civil acogerán la nueva red de alerta nuclear

El Ministerio del Interior y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) han firmado un convenio de colaboración por el que la Guardia Civil acogerá en 152 de sus casas cuarteles la nueva red de estaciones de vigilancia radiológica ambiental que permitirán detectar de manera automática niveles alarmantes de radiactividad. Hasta ahora, esta red (conocida por las siglas REA) estaba compuesta por 25 estaciones ubicados en centros de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) desde que se puso en funcionamiento en 1992. El objetivo es llegar a las 200 en el futuro. Todas estarán conectadas en tiempo real con la Sala de Emergencias del CSN, conocida como Salem, que pondrá en marcha el Plan de Emergencia Nuclear (PEN) cuando se superen los umbrales en ciertos valores de radioactividad en el ambiente.

El acuerdo -firmado entre la número dos de Interior, Ana Botella, y el presidente del CSN, Fernando Martí Scharfhausen, y publicado en el BOE este lunes- detalla las instalaciones del Instituto armado en el que se ubicarán estos dispositivos de alerta y que serán especialmente numerosos en las cuatro provincias donde se sitúan las cinco centrales nucleares españolas en activo.

En Cáceres (Almaraz I y II) se van a instalar detectores en 18 acuartelamientos; en Tarragona (Asco I y II y Vandellós II) habrá 12; en Valencia (Cofrentes) habrá 15; y en Guadalajara (Trillo I) serán 16. En total, 61. También serán numerosas en algunas zonas limítrofes, como Albacete (9) y Cuenca (6). En esta última estaba proyectada la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos en la localidad de Villar de Cañas, actualmente paralizado.

El convenio es la consecuencia de otro acuerdo entre Interior y el CSN, este de 2007, por el cual ambos organismos de la Administración llegaron al compromiso de colaborar "sobre planificación, preparación y respuesta ante emergencias nucleares y radiológicas y sobre la protección física de las instalaciones, actividades y materiales nucleares y radiactivos". Este último punto se plasmó ya en la participación directa de guardias civiles en la protección de algunas centrales nucleares en prevención de un ataque terrorista ante la amenaza del yihadismo.

El nuevo convenio ahonda en esa línea de colaboración abierta y se incluye dentro del plan del CSN de modernizar sus estaciones automáticas de alerta radiológica, para el que ya ha licitado el contrato para la adquisición de los nuevos dispositivos, según confirman a EL PAÍS fuentes de este organismo. Con ellos, la máxima autoridad en energía nuclear en España pretende "la modernización de la red de estaciones de vigilancia radiológica ambiental teniendo en cuenta los avances tecnológicos disponibles". Y, sobre todo, aplicar "las lecciones aprendidas del accidente de Fukushima [ocurrido en Japón en marzo de 2011] en relación con las redes de vigilancia para situaciones de emergencia", según de destaca en el propio texto del convenio.

Por el acuerdo, Interior pone a disposición del CSN "instalaciones y acuartelamientos [de la Guardia Civil] distribuidos por todo el territorio nacional" para ubicar dichas estaciones de alerta que, de este modo, quedarán custodiadas por los agentes, según destacan fuentes del propio Instituto armado y del CSN. No obstante, la función de los guardias civiles no irá más allá de las labores de vigilancia, ya que tanto la instalación como el funcionamiento dependerá de los técnicos del Consejo, recalcan portavoces del Instituto armado.

En este sentido, Interior ha incluido entre las clausulas del convenio que la instalación y funcionamiento de los dispositivos deberá respetar la infraestructuras de las comunicaciones del cuartel y no saturar las canalizaciones del mismo. Tampoco deberán interferir "con la actividad laboral del acuartelamiento". Desde la Dirección General de la Guardia Civil se incide en que el único coste para Interior será el consumo eléctrico de los equipos instalados, que comparan con el de "un televisor", y recalcan que no supone ningún riesgo para la salud de los agentes.

La instalación de los dispositivos aún no ha comenzado. La previsión del CSN es que toda la red esté plenamente operativa antes de finales de 2021.En total, serán 46 provincias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla las que cuenten con estos equipos que, además de alertar de cualquier incremento inusual de los niveles ambientales de radiación en las zonas próximas a las instalaciones nucleares españolas, avisarán de la entrada de nubes peligrosas procedentes de otros países.

Además de las cuatro provincias con centrales nucleares, Albacete y Cuenca, formarán parte de la nueva red de alerta nuclear diversas casas cuarteles de A Coruña (2), Álava (1), Alicante (1), Almería (1), Asturias (2), Ávila (2), Badajoz (2), islas Baleares (2), Barcelona (2), Burgos (3), Cádiz (2), Cantabria (1), Castellón (2), Ceuta (1), Ciudad Real (4), Córdoba (2), Girona (2), Las Palmas (2), Granada (2), Huelva (1), Huesca (3), Jaén (2), León (1), Lleida (3), Lugo (1), Madrid (2), Málaga (2), Melilla (1), Murcia (2), Navarra (2), Orense (2), Palencia (2), Pontevedra (1), Salamanca (2), Segovia (1), Sevilla (1), Teruel (2), Toledo (2), Valladolid (1), Bizkaia (1), Zamora (2) y Zaragoza (3).