Los suicidios bajan por primera vez en cinco años y las caídas son ya la primera causa de muerte no natural en España
Las estadísticas de mortalidad del INE de 2023 muestran una reducción general de los fallecimientos y un descenso del 75% en los decesos por covid. Los tumores fueron por primera vez la causa más frecuente
El número de suicidios descendió el año pasado por primera vez en España desde 2018. Según las cifras provisionales que el INE ha publicado este miércoles, 3.952 personas se quitaron la vida (un 6,5% menos que en 2022), mientras siguen creciendo las caídas accidentales, que se han convertido en la primera causa externa (no natural): 4.018 decesos por este motivo en un año en el que la mortalidad general cayó significativamente (fallecieron 31.254 personas menos, una bajada del 6,7%), en buena medida, por el descenso de muertes por covid, de un 75%.
El crecimiento de las caídas accidentales es una tendencia que va a más, y que tiene mucho que ver con el envejecimiento de la población. La pérdida de funcionalidad, las enfermedades neurológicas y el abuso de ciertos medicamentos (especialmente tranquilizantes, de los que España es líder en consumo, pero también hipotensivos, que recibe una amplia porción de la población mayor) hacen que el paso de los años conlleve un aumento de las caídas y los atragantamientos.
Por sexo, las causas de muerte externa más frecuente entre los hombres fueron los suicidios (2.952 fallecidos, casi tres veces más que en mujeres) y las caídas accidentales (2.156). En las mujeres, las caídas (1.862 fallecidas) lideran la estadística, por delante del ahogamiento, sumersión y sofocación (1.701).
Las autólisis venían marcando récords (en cifras absolutas) año tras año desde la pandemia. Desde 2020, ha habido una crisis de la salud mental que todos los expertos señalan como precursora de esta escalada, pero también una mayor sensibilización que ha llevado a varios planes para frenar este preocupante fenómeno.
En mayo de 2022, por ejemplo, se puso en marcha el 024, el primer teléfono nacional para prevenir el suicidio. Desde que se inauguró, y hasta mayo pasado, cuando cumplió dos años, había recibido un total de 260.033 llamadas, de las cuales 12.846 fueron derivadas al servicio de emergencias 112 para dar una atención urgente a las personas en crisis, según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad.
La mayor parte de las llamadas fueron de mujeres, aunque son los hombres los que más consuman el intento. Es algo que también se produce con los intentos, que son mucho más frecuentes en chicas jóvenes, aunque es un grupo de población que registra una parte muy pequeña de las autólisis.
El grueso de los suicidios se producen entre hombres mayores de 45 años. Entre los jóvenes se había registrado una subida en los últimos años (con unas cifras absolutas mucho más bajas), pero las cifras han descendido en 2023: 10 menores de entre 10 y 14 años y 63 adolescentes de entre 15 y 19 años se quitaron la vida, frente a 12 y 75, respectivamente, el año anterior.
Diego Palao, director de Salud Mental del Hospital Universitario Parc Taulí y experto en suicidio, cree que los datos son una buena noticia, pero pide seguir alerta: “No hay que olvidar que son provisionales, cuando se consoliden pueden variar, y que las tendencias las marcan periodos de tres o cinco años. Habrá que comprobar si se consolidan”.
El psiquiatra reivindica una demanda que el gremio lleva pidiendo en los últimos años: un plan nacional contra el suicidio (como el que existe contra las drogas o el sida) que lidere el Ministerio de Sanidad y apliquen las comunidades autónomas con asignación presupuestaria. “Si no asignamos dinero y solo apostamos por la coordinación, como se está haciendo hasta ahora, será muy difícil conseguir resultados”, lamenta.
Causas internas
Entre las causas internas, los tumores superan por primera vez a las enfermedades del sistema circulatorio (destacan las patologías isquémicas del corazón) como principal causa de muerte en España. Un 26,6% de las 433.163 defunciones registradas en 2023 fueron motivadas por algún cáncer.
El de bronquios y pulmón fue el más frecuente de los tumores (con 22.717 defunciones, dos tercios de los cuales en hombres, sin variación significativa respecto a 2022), seguido del cáncer de colon (10.891 fallecidos, un 2,3% menos) y de páncreas (8.111, un 1,7% más).
Óscar Zurriaga, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), subraya que el hecho de que el cáncer se sitúe como primera causa de fallecimientos no se debe tanto a un incremento de estos, sino por la “llamativa caída” de las enfermedades cardiovasculares. Ya venían descendiendo antes de la pandemia, pero la bajada de 2023 ha sido mucho más acentuada de lo que se venía registrando.
¿Qué hay detrás de esto? Zurriaga cree que es difícil precisar, pero apunta a la covid como un gran distorsionador de toda la mortalidad en los últimos años. El año pasado murieron por el coronavirus 7.885 personas, un descenso del 75,1%, lo que viene a ratificar, según Zurriaga, que se ha convertido en “una causa más” y que, como se venía viendo, la covid está siendo cada vez más leve.
Más allá de los decesos identificados con el SARS-CoV-2, Zurriaga cree que el virus repercute en las estadísticas por vías indirectas: “Estamos por ejemplo viendo más neumonías. También sucede que causa de mortalidad solo puede haber una, y la covid afectaba mucho a personas con pluripatologías, que a lo mejor acababan muriendo por una enfermedad cardiovascular, y puede que eso tenga que ver en la bajada. Pero habrá que esperar a ver si esta tendencia se consolida en los próximos años”.
No está claro a qué se debe la caída de los últimos años (con el paréntesis de la pandemia) de las muertes por enfermedades cardiovasculares. “No existen estudios completos sobre el tema; hay quien dice que por mejores hábitos de vida, por mejores tratamientos, es probable que se deba a una mezcla de factores”, zanja el epidemiólogo.
Muertes por sexos y autonomías
Por sexo, las enfermedades isquémicas del corazón fueron la primera causa de muerte entre los hombres (17.038 fallecidos), seguida del cáncer de bronquios y pulmón (16.503) y de las enfermedades cerebrovasculares (10.356). Entre las mujeres, la demencia se sitúa en primer lugar (14.225 fallecidas), seguida de las enfermedades cerebrovasculares (12.817) y la insuficiencia cardiaca (11.258).
El número de defunciones bajó en todas las comunidades autónomas. Los mayores descensos se produjeron en Cantabria (10,9%), Aragón (10,3%) y Castilla y León (9,6%). Los menores, en la ciudad autónoma de Melilla (3,5%), Cataluña (4,9%) y Canarias (5,4%).
En opinión de Salvador Peiró, investigador de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio), los datos del INE son “una buena noticia”, que vienen a mostrar una vuelta a la normalidad tras la pandemia. “La covid ya es una enfermedad que prácticamente solo mata a personas muy mayores o inmunodeprimidas [el 86% de las muertes se produjo entre mayores de 75 años y el 60%, mayores de 85] que están en los últimos momentos de su vida y que, probablemente, si no fuera este virus fallecerían por otro”, señala.
Perió cree que el descenso de la mortalidad puede tener que ver con el efecto cosecha, que hizo que entre 2020 y 2022 murieran muchas personas que, si no hubiera sido por la pandemia, habría ido falleciendo a lo largo de los siguientes años, “de forma más escalonada”.
Si se ajusta a la población, los 433.163 decesos de España en 2023, según los datos provisionales del INE, suponen exactamente la misma tasa de mortalidad que los 418.730 de 2019, el año previo a la pandemia.
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