La crisis de la salud se ahonda con la petición de la EPS Compensar de liquidar su operación por quiebra
La promotora, con 2,2 millones de usuarios, afirma que no puede seguir funcionando ante “la compleja situación financiera” que atraviesa el sistema
La crisis de la salud no deja de profundizarse en Colombia. Compensar, una Entidad Promotora de Salud (EPS) con 2,2 millones de usuarios, solicitó el jueves su liquidación ante “la compleja situación financiera” que atraviesa el sistema. La decisión, conocida este viernes a través de un comunicado, cierra así una semana en la que la salud ha estado en el centro de la agenda del país y en la que ha cundido la incertidumbre. La reforma, bandera del Gobierno de Gustavo Petro, se hundió el miércoles en el Congreso. Dos EPS, como se le denominan las aseguradoras público-privadas que administran el sistema, fueron intervenidas: Sanitas el martes y la Nueva EPS el miércoles. Ahora se suma la crisis en Compensar, con la particularidad de que la aseguradora solicitó de manera voluntaria su liquidación.
El final de la EPS Compensar estaba anunciado desde hace meses. La aseguradora, junto con Sanitas y Sura, había alertado en agosto del año pasado de que estaba al borde de la ruina financiera. En una carta, le habían reclamado más dinero al Ejecutivo, al cual responsabilizaron por giros insuficientes en las tarifas que se pagan por cada afiliado (la Unidad de Pago por Capitación, o UPC) y deudas impagas que se arrastran de gobiernos anteriores. El ministro del ramo, Guillermo Jaramillo, les respondió que los recursos que gira la Administración de Petro eran suficientes y aseguró que no había ningún problema si quebraban, ya que el Gobierno se haría cargo de los afiliados.
Compensar ha señalado en su comunicado de este viernes que sus dificultades ya han impactado sus servicios. “[La compleja situación financiera del sistema de salud] afectó considerablemente la viabilidad y sostenibilidad del programa Compensar EPS, al punto de no permitirle garantizar el servicio a sus afiliados en las condiciones de calidad y oportunidad que desde siempre han caracterizado a Compensar”, se lee en el texto. Asimismo, ha afirmado que la atención de pacientes continuará “de la mejor forma posible” hasta que se defina la liquidación y ha prometido “una entrega ordenada de la población a la entidad que el Gobierno defina”.
El presidente Petro se ha pronunciado tras conocer la decisión. “Nos da la razón. Un sistema de aseguramiento financiero en salud es insostenible”, ha escrito en la red social X. Según él, Compensar podría ser “transformada” en una gestora con menos funciones, como contemplaba la reforma a la salud. “Liquidarla significa que dejará sus deudas en una proporción sin pagar y que sus afiliados tendrán que pasar a otra EPS que posteriormente también quebrará”, ha apuntado.
Proceso de análisis
Ahora inicia un “proceso de análisis” de la solicitud, según ha explicado el superintendente de Salud, Luis Carlos Leal, en Caracol Radio. “La Superintendencia tiene discrecionalidad de aceptar o rechazar el retiro de la EPS”, ha remarcado. Por ahora, el proceso “no debería” afectar la atención de los pacientes, que siguen a cargo de Compensar. En caso de que se apruebe la solicitud, los usuarios serán trasladados a otras EPS “respetando el derecho de libre escogencia”.
La incertidumbre, sin embargo, no puede ser mayor. Aunque la crisis financiera no es nueva, la solicitud de Compensar ocurre en un contexto de grandes tensiones entre el Gobierno de Petro y entre quienes se opusieron a la reforma a la salud, que buscaba quitarle funciones a las EPS y darle un mayor rol al Estado en la administración del sistema. La Nueva EPS, intervenida por el Gobierno pese a tener una amplia participación estatal, tiene 11 millones de afiliados. Sanitas tiene casi seis millones más. Con los dos millones de Compensar, se suman 19 millones de usuarios afectados, el 40% de la población colombiana.
En el medio están las culpas de lado y lado. Petro siempre ha considerado que las EPS son las responsables de su situación y las ha señalado de convertir la salud en un negocio. Para él, gran parte de la solución del problema financiero —heredado de gobiernos anteriores— está en quitar la intermediación de las EPS entre los recursos de la ADRES, adscrita al Ministerio de Salud, y los servicios que prestan los hospitales y las clínicas. Para los contradictores de la reforma, esto puede hacer que el sistema sea más ineficiente aún. “Mañana desaparecen las EPS y los costos del sistema de salud siguen igual o peor”, comentó hace unas semanas el exministro Augusto Galán, en entrevista con este periódico.
También hay incertidumbre sobre el futuro de las EPS intervenidas. El superintendente, que ha evitado precisar si la lista crecerá en los próximos días, ha enfatizado en que el objetivo de las medidas es mejorar el funcionamiento de las aseguradoras para evitar una liquidación. Pero la experiencia muestra lo contrario: en los últimos cuatro años se han intervenido y luego liquidado 13 EPS en Colombia, lo que ocasionó que 6,4 millones de pacientes hayan tenido que cambiar de promotora.
Petro ha tenido un discurso más incendiario que su subordinado. “Lo que podía ser una concertación tranquila, ordenada, sin problemas, ahora es de golpe”, aseguró el miércoles tras conocerse el hundimiento de la reforma a la salud y la intervención de la Nueva EPS. Asimismo, este viernes, ha profundizado sobre sus intenciones. En X, ha explicado que el Ejecutivo “ha tenido que intervenir” ante un Congreso que “ha evadido su responsabilidad”. “La constitución otorga al Gobierno la facultad de reordenar el sistema y es lo que estoy haciendo, asumo la total responsabilidad, mis funcionarios solo siguen mis indicaciones”, dijo.
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