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Sara López: la pereirana que se convirtió en leyenda de la arquería mundial

Con solo 29 años, es imbatible en tiro con arco compuesto: tiene más de 100 títulos internacionales, 12 récords mundiales, nueve veces Campeona del Mundo y cinco Guinness World Records. Fue la primera mujer en la historia en alcanzar un puntaje perfecto en una competencia global

Sara López
Sara López durante una competencia.World Archery

A los 13 años, cuando comenzó a practicar tiro con arco, tomó un cuaderno y escribió sus metas, una a una. “Ya las taché todas hace dos años”, dice Sara López (Pereira, 29 años), considerada la mejor deportista de la historia en arco compuesto –un arco mucho más potente, rápido y avanzado tecnológicamente que el tradicional–. “Hoy, mi objetivo es ser feliz con lo que amo. Antes me frustraba porque tenía mucha presión y hambre de ganar; ahora, solo agradezco haber contado con la posibilidad que me dio el universo de llegar hasta donde he llegado”.

Su camino en la arquería ha sido extraordinario. Cuenta con 12 récords mundiales, 26 copas del mundo, nueve campeonatos mundiales –su último triunfo fue en octubre pasado, en Tlaxcala, México, cuando venció a la estonia Meeri-Marita Paas– y siete veces Arquera del Año, reconocimiento otorgado por la Federación Mundial de Tiro con Arco. Estos y muchos otros logros la llevaron a recibir, en 2023, cinco Guinness World Records.

Cuando no está disparando, López está ayudando a otros arqueros con su técnica o entrenando cuatro horas diarias en el gimnasio. En las últimas semanas, fue una de las anfitrionas de los Juegos Nacionales Juveniles, celebrados en el Eje Cafetero. Allí, los arqueros compitieron en el Campo de tiro con arco Sara López, en Pereira.

“A veces miro atrás y digo: ‘Y pensar que inicié practicando en un potrero, con blancos hechos de cartón reciclado’ (....) Desde pequeña, mis papás me dijeron que las cosas se hacían bien, con ganas y actitud, o no se hacían. Por eso he puesto mi deporte primero”, dice.

Para estar plenamente concentrada, vive a las afueras de Pereira –en su “burbujita”, con sus padres, sus perros y sus gatos–, muy cerca del campo de tiro. Desde allí reconoce que lo suyo no es algo que pueda repetirse tan fácilmente: “Veo difícil que se vuelva a dar una Sara López”. No lo dice porque en Colombia no haya talento, sino porque quien quiera llegar a su nivel tendría que dedicarse ininterrumpida y exclusivamente al tiro con arco por más de 10 años, algo que ella pudo hacer gracias al apoyo de su familia.

“Conocí el deporte por mi hermano. Él también lo practicó desde los 13 años. Ambos decidimos estudiar medicina, pero yo me retiré de la carrera en 2020 y él, en cambio, dejó la arquería. Yo dije, ‘es una cosa o la otra’. Hay arqueros que son médicos y ganan algunas medallas, pero yo quería ganarlo todo. Todo”, comenta.

Y lo logró. A los 17 años, debutó en un mundial. Al año siguiente, en el Mundial de Polonia (2013), dejó su huella en la historia al convertirse en la primera mujer en alcanzar un puntaje perfecto en una competencia global, logrando 150 puntos.

De ahí en adelante, ha ganado otros 100 títulos internacionales. Es la persona con mayor número de finales de Copas del Mundo alcanzadas, tanto en la categoría femenina como en la masculina.

Confiesa que, antes, sus metas profesionales se centraban en superar los números. El tiro con arco es un deporte de perfección, y esa búsqueda constante puede generar una gran presión sobre el deportista. Ahora, cuando ya lo ha ganado todo, reconoce que solo quiere cumplirle a la Sara de 18 años, llena de sueños, y a sus seres queridos. Son ellos quienes constantemente le recuerdan que ha hecho un Robin Hood histórico, al abrir el camino para que otras mujeres latinas también puedan sobresalir en un deporte tradicionalmente masculino y occidentalizado.

Aunque sus objetivos deportivos han evolucionado con los años, aún conserva los mismos rituales previos a cada competencia: escuchar la misma playlist, orar a Dios para que le dé paz, escribirse en un brazo el Proverbio 21:30: No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo que puedan anteponerse a Jehová, y recibir a la abeja que siempre aparece para darle la bendición: “No importa el lugar en el que esté, siempre aparece una abeja –revela–. Yo sé que es mi abuela, que viene a visitarme. Sé que ella está ahí, acompañándome”.

En esos instantes en los que está en full draw, con la cuerda del arco tensada al máximo y su concentración plena, siente todo el apoyo del equipo y de sus seres queridos. Ese apoyo, recalca, ha sido la clave para superar las adversidades, algo que la hace sentir profundamente agradecida: “Ser líder no siempre es ser fuerte, también es permitirse reconocer que se está fallando; saber delegar y guiar a otros”.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundación Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.

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