‘Te siguen’, de Belén Gopegui: una novela sobre el robo de la privacidad
Este relato polifónico pone varios dedos en la llaga de nuestra vulnerabilidad e indefensión, no sin mantener la esperanza en que cualquier resistencia, mejor si es colectiva y organizada, es necesaria

No pasen de largo, este título nos interpela: somos nosotros los seguidos. Esta novela trata del impune despojamiento en que vivimos, de la desposesión sistemática que nos merma; trata del robo de la privacidad, del imperio de la información mendaz y el conocimiento sesgado, del régimen de vigilancia obsesiva de los ciudadanos, sospechosos natos, a quienes se les pretende alienar el derecho a defender su vida (su salud, su educación, su vivienda, su trabajo, sus afectos, la dignidad de su senectud…) y la vida de todos (la crisis climática, la sostenibilidad de los recursos, la igualdad real…). Trasladando el motivo del vigilante vigilado al mundo digital de las grandes empresas tecnológicas, Belén Gopegui pone varios dedos en la llaga de nuestra vulnerabilidad e indefensión, no sin mantener la esperanza en que cualquier resistencia, mejor si es colectiva y organizada, es necesaria y valiosa por mínima que parezca. No inspira la novela ninguna moral de victoria (todo lo contrario, más bien el hábito de la derrota), sino una firme ética del compromiso contra una realidad cada vez menos hospitalaria cuyo diseño depende de intereses particulares y de instrumentos de control e inducción ideológicos como la IA.
Pero la carga crítica de Te siguen, siendo de muchos kilotones, no aplasta la novela reduciéndola a una obra de tesis, sino que atraviesa las voces que la componen, diversas y llenas de matices. Porque, en efecto, estamos ante un relato polifónico sin presencia de un narrador superior, cuya única huella se sitúa en la nota inicial que establece que la vida secreta ha sido abolida (y volcada en archivos digitales), aunque permanece en la gente la soledad, con su carrusel de tristezas y deseos. Las voces pertenecen a dos estratos: el de los vigilantes Minerva y León y el de los vigilados Casilda y Jonás. Aquellos están empleados en sendas empresas tecnológicas que financian el proyecto de León Recalcitrantes, consistente en vigilar minuciosamente a dos individuos no integrados plenamente en el sistema con el fin de encontrar un modo de neutralizarlos como disidentes o activistas. Los observados, dos jóvenes en la treintena, pertenecen a mundos opuestos: una funcionaria de la Dirección General de Protección Civil, harta de la palabrería usual en su medio, y un ingeniero con conciencia moral que abandonó su trabajo para ser dependiente en una tienda. Poco a poco se va complicando el espionaje de unos sobre otros como también se van estrechando sus vínculos e incluso el contagio de las desazones y la causas que las provocan. A estas cuatro voces se incorpora la voz no humana de la inteligencia artificial generativa de la empresa AMX (IG3 de AMX), que supone un nivel de observación superior al de los vigilantes y permite medir el valor insignificante de los agentes humanos en la estructura corporativa.
El destino moral de cada uno de los informantes es distinto, desde el cínico medro personal a la toma de conciencia
En coherencia con la nota inicial sobre la soledad humana irreductible, Gopegui introduce las vidas amorosas de Minerva y León, ambas frustrantes, ambas relacionables con su tarea mercenaria de alimentar la voracidad de datos de los algoritmos. Del mismo modo, se muestran los factores humanos condicionantes de las acciones de Casilda y de la renuncia de Jonás. En la bien urdida maraña de voces se insertan los informes elaborados por los vigilantes con su inesperada propuesta de solución: combatir el arrepentimiento y la “culpa ajena” como fuente del rencor social. Pero estos inteligentes informes solo valen lo que vale su aplicación en medidas represivas. El destino moral de cada uno de los informantes es distinto, desde el cínico medro personal a la toma de conciencia; el lector sabrá extraer sus consecuencias. Del mismo modo que tendrá que ponderar el papel de un personaje sobrevenido, el de la periodista Alma Moriano, y cómo su intervención orienta el sentido de esta novela tan oportuna en su trascendental asunto como excelente en su ejecución literaria.

Te siguen
Random House, 2025
304 páginas. 19,85 euros
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