Los regantes advierten de que parar el Segarra-Garrigues será “un duro golpe”
La comunidad, que percibe una ralentización de las obras, muestra su preocupación
La Comunidad General de Regantes del canal Segarra-Garrigues ha recibido con gran preocupación la noticia de que un posible parón en las obras de construcción del canal dentro de dos meses como consecuencia de las dificultades económicas por las que atraviesan el Gobierno central y la Generalitat. “Si eso sucede, sería un duro golpe para el progreso del territorio”, ha manifestado Josep París, presidente de la entidad que representa los intereses de unos 16.000 regantes de 66 municipios del sur de la provincia de Lleida.
París ha admitido una cierta ralentización en las obras de esta infraestructura de regadío, actualmente en una fase avanzada de ejecución. Desde primeros de año, con la aplicación de la Ley Ómnibus, ha cambiado la manera de ejecutar las obras, precisamente por falta de recursos. “Ha habido un antes y un después”, añade París.
La Generalitat, antes de entrar en vigor esta ley, ejecutaba la totalidad de la red secundaria sin saber cuántos regantes se conectarían. Ahora, en cambio, solo inicia un proyecto si los agricultores firman previamente un documento de adhesión al regadío. “Nosotros”, señala París, “hemos manifestado la voluntad de que queremos el canal. Por eso las colectividades estamos haciendo campaña para que los agricultores se adhieran al regadío. No podemos desaprovechar una ocasión como esta, con una inversión de 2.000 millones de euros que está creando mucha riqueza en el territorio. El proyecto no puede pararse”.
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