El fiscal se reafirma en que hay “sólidos indicios” contra Camps

La Fiscalía Anticorrupción ha insistido en que existen "solidos indicios delictivos" contra el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps por la forma en que se montó el Gran Premio de Europa de Fórmula 1. Y ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana que admita la querella formulada contra el exdirigente popular.

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano había solicitado a la Fiscalía Superior de la Comunidad Valenciana que opinara sobre si debía admitir la querella presentada contra el expresidente, la exconsejera Lola Johnson y expiloto de motociclismo y empresario Jorge Martínez Aspar por varios delitos supuestamente cometidos en la organización del premio que hasta 2012 se celebró por las calles de Valencia.

Al tratarse de una querella presentada por Anticorrupción, sin embargo, solo esta división del ministerio público podía intervenir en el asunto. De forma que ha sido el mismo delegado de Anticorrupción en Valencia, Vicente Torres, el que se ha pronunciado sobre la conveniencia de que el TSJ aceptara la querella que él mismo había formulado. Como era previsible, Torres se ha dado la razón y ha solicitado al tribunal que abra una nueva investigación por corrupción en torno a Camps, que ya fue absuelto en 2012 por un jurado en el caso de los trajes, una ramificación del caso Gürtel.

El fiscal reitera en su escrito los argumentos que ya esgrimió en la querella, en la que consideraba que Camps y el resto de acusados cometieron presuntamente los delitos continuados de malversación de caudales públicos y prevaricación. A Johnson la acusa, además, de delito societario.

El delegado de Anticorrupción mantiene que en la organización de la Fórmula 1 el expresidente recurrió a una empresa privada, Valmor Sports, para que figurara como fachada y firmara los acuerdos con el máximo dirigente de la F-1, Bernie Ecclestone, cuando en realidad fue el mismo Camps quien llevó personalmente la negociación y fueron empresas públicas de la Generalitat las que corrieron con la factura del montaje del Gran Premio de Europa, que se celebró por última vez en 2012.