La CUP avisa a Puigdemont de que no se apropie del proceso soberanista
Crece la tensión por las presiones sobre los anticapitalistas para que voten las cuentas
La CUP ha mantenido silencio desde que Carles Puigdemont calificó a los anticapitalistas, sin citarlos, de “destructores” por su veto a las cuentas. Ayer, en un mitin pidió que haga honor a la palabra escrita y cumpla el pacto de estabilidad. El diputado cupaire Benet Salellas avisó, sin mencionarlo, a Puigdemont de que sería “un gran error” usar el proceso soberanista como un “un arma” entre los diferentes partidos secesionistas y pidió “generosidad” para cerrar un acuerdo.
Salellas reclamó esa generosidad frente a quienes intentan, dijo, “apropiarse” del proceso independentista por parte de “un partido político o una visión ideológica”. En declaraciones a TV3, Salellas invitó a las formaciones que conforman la coalición de Junts pel Sí —Convergència y Esquerra— a “encontrar la fórmula” para que prosperen las cuentas. El anteproyecto de Presupuestos elaborado por el Departamento de Economía está ahora mismo bloqueado tras la enmienda de la CUP que se suma a la anunciada por el resto de partidos del arco parlamentario. Si no retira el veto, las cuentas serán devueltas al Gobierno.
En su reflexión, Salellas dijo que el pacto es posible si se teje “desde una perspectiva de generosidad y de construcción nacional”. Por ello, avisó que sería “un gran error” que se utilice el proceso “como un arma” entre los diferentes partidos secesionistas. “Ahora, si lo que queremos es apropiarnos del proceso desde un partido político o desde una visión ideológica estaremos perdidos", apuntó. El diputado apeló a la diversidad independentista y al optimismo pero no es precisamente esto último lo que rezuma en Convergència.
Francesc Homs deploró el veto de los anticapitalistas —que Salellas ratificó pese a que hay voces en la CUP que discrepan de la medida— pero abrió el campo de juego. El cabeza de lista convergente señaló que si el anteproyecto no prospera será responsabilidad también de “PP, PSC, Ciudadanos y Sí que es Pot también la mantienen. Son así esta gente”, dijo ya en clave electoral.
En un tono más moderado, el vicepresidente Oriol Junqueras atribuyó el rechazo de la CUP a la “desconfianza política”. “Más que una cuestión de debate presupuestario o de partidas, es una cuestión de visión política, de confianza política, de hoja de ruta y de su aplicación”, dijo para recalcar que no piden que las cuentas sean aprobadas sino que superen el primer debate. Pero ese es el nudo de la cuestión porque la CUP avisa de que una vez rebasado el primer trámite ya no se puede modificar los ingresos y gastos previstos en el proyecto. Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, criticó ayer que el debate de los presupuestos haya acabado en torno al proceso y que no incorpore buena parte de las medidas sociales aprobadas por el Parlament en el pleno sobre la pobreza. Tras una reunión de campaña, Domènech lamentó que el debate presupuestario debería haber girado sobre si las cuentas eran más justas, solidarias y redistributivos y acabado derivando “rapidísimamente hacia un debate sobre el futuro del proceso”.
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