El Ayuntamiento y la Boqueria ponen fin a la crisis de las terrazas

El Ayuntamiento de Barcelona y los restauradores de los bares y locales de degustación situados en los porches del icónico mercado de la Boquearía firmaron ayer la paz después de que en julio de 2016 la Guardia Urbana requisara las mesas y las sillas de la mayoría de terrazas ya que carecían de permisos y autorizaciones. El acuerdo con el que se pone fin al conflicto permite a los restauradores mantener 36 mesas con 6 sillas cada una, eso es, un total de 216 sillas.

El número de mesas y sillas con el que contaban en 2016 era variable ya que según alertó la propia concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, de los 16 negocios solo cuatro disponían de licencia para colocar 15 mesas con 60 sillas.

Pin destacó que el acuerdo “ha de significar una seguridad y una “tranquilidad para los restauradores” además de la “continuidad de los locales”. Pin destacó que la “ordenación hace más cómoda la entrada al mercado de la Boqueria de los vecinos” y visitantes.

Esta nueva ordenación garantiza el paso fluido de los peatones en los accesos y entre los porches y el propio mercado, ya que mantiene libre más del 50% del espacio porticado.

La vicepresidenta de la asociación que engloba a los empresarios de los porches del mercado, Oti Pérez, defendió que el acuerdo alcanzado con el Consistorio “garantiza la viabilidad de los negocios, después de dos años malos” con inspecciones y multas, y ahora les da tranquilidad.

El director general del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, concluyó: “Es un buen final para un conflicto que, a nuestro parecer, ha durado demasiado”.