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CARAS MUSICALES

Bonita Fiesta Animal

“Es una vergüenza lo que está pasando con la música en Madrid. Los grupos tocan pagando”, sostienen los integrantes de Tu Otra Bonita, ganadores del Premio a la Mejor Banda Estatal del Festimad 2015.

Tu Otra Bonita es un grupo musical que sale al escenario dispuesto a montar una fiesta animal y a quemarlo todo. Mezclan pop, rock, flamenco, funky y rumba, aliñan con un chorrito de aceite de oliva y lanzan su ensalada funkyloo a un público hambriento de nuevas propuestas musicales. Fue en 2009 cuando Félix y Pablo se propusieron formar un grupo. Al año siguiente se encontraron a Héctor y sus canciones. Luego a Alberto y su inseparable cajón y, poco después, a Fico, dispuesto a aporrear la batería. Y ahí están, juntos, autogestionándose ellos solos, recorriendo los garitos de la península como les da la gana (o como les dejan), con el objetivo de pasárselo bien.

El primero de mayo se presentaron en el Festimad 2015 y ganaron el Premio a la Mejor Banda Estatal. Aquella tarde, mientras actuaban, la luz se esfumó del escenario de Alcobendas y ellos, en lugar de quedarse desconcertados, se crecieron. Héctor comenzó a tocar los acordes de Volando voy, sus compañeros se pusieron a su lado para animar la fiesta y la concurrencia lo celebró con aplausos. Tres semanas después ofrecieron un concierto en la madrileña Sala Paddock. Natali Castillo fue la telonera, ante la descarada indiferencia de los asistentes, y cuando el grupo apareció en el escenario el magnetismo se desató. Cantaron los temas de su disco Solitario Hombre Escoba (Audiomatic Records), y algunos más (“cuando pase el verano queremos hacer otro disco tranquilamente. Porque este lo hicimos en tres días. El disco suena, pero el siguiente hay que hacerlo con más tiempo”, adelanta Héctor), y el público se entregó sin reservas.

Pero ahora, cuatro de ellos —treintañeros, barbas, vaqueros, camisetas y sonrisas— están sentados en un bar del barrio de Malasaña, reino hípster, bebiéndose unas cervezas y resistiéndose, sin embargo, a rebelar el misterio del nombre del grupo. “Todo el mundo nos pregunta, pero lo dejamos a la libre interpretación. ¿Qué es para ti?”, dice Héctor, el vocalista, ante el silencio cómplice de Félix (guitarra), Alberto (cajón) y Fico (batería). Si confiesan, en cambio, que barajaron otros nombres como Ortega y Caset o Autoparlantes. Parece —no ocurre— que en cualquier instante se acercará “un grupo de chiquillos”, como dice su canción Pastelito o polvito, para preguntarles: “¿vosotros sois los del grupo ese, los de tu cosa bonita? / No, no, no. / ¿Tu cara bonita? / No, no, no. ¡Nosotros somos Tu Otra Bonita!”

Pregunta. ¿Por qué usan animales como alter ego?

Respuesta. Fico: Pues todo empezó por un mote. No recuerdo cuál exactamente. Quizá Héctor, con la gacela. Y de ahí se me ocurrió quitar nuestras caras y usar las de un animal, que se eligió de acuerdo con la personalidad de cada uno. Bueno, en realidad todo fue más bien aleatorio.

P. ¿Hubo entre ustedes esta buena química desde el principio?

R. Héctor: Realmente estos estaban buscando a alguien que cantara flamenco y yo estaba buscando músicos que tocaran con mucho gusto. Fui a verlos. Les dije: yo no canto flamenco, pero miren estos temas. Y les gustó a ellos y me gustó a mí y arrancamos.

P. ¿Cómo han dejado lista cada una de las canciones de su disco?

R. Félix: Héctor trajo las suyas y con esos temas empezamos. Él compone y luego entre todos le damos vueltas. Bueno, Héctor llega con un tema que es un cagarro, pero en el local de ensayo lo convertimos en un diamante.

Héctor: No: llegan desnudas y ahí se visten.

P. ¿Por qué incluyeron La Llorona en su disco?

R. Héctor: Cuando murió Chavela Vargas estábamos en Cabo de Gata, en Almería, en un sitio que se llama El Chamán, que para nosotros es el sitio donde ha nacido la banda… y nos apetecía tener un detalle con ella. A la gente le gustó mucho desde el principio la versión que hicimos y, como es una canción popular, la hicimos nuestra.

P. ¿Qué es el funkyloo?

R. Héctor: Yo eso me niego a contestarlo.

Fico: Es una etiqueta que nos inventamos. La definición que le damos es la mezcla de ritmos locos que nos gustan. A ver si cuela.

P. ¿La canción Se quemó viene a ser algo así como el himno de esta grupo?

R. Alberto: Bueno, es nuestro tema más conocido, pero… tanto como un himno… Para mí por lo menos no es lo que representa la banda. Ni esa ni ninguna otra en concreto.

Félix: Es que la gente ya lo ha hecho suyo. Es el tema con el que acabamos nuestros conciertos y ahí ya lo damos todo.

P. ¿A qué le cantan?

R. Félix: Al amor, al desamor…

Héctor: De desamor hay poco. Generalmente nuestras canciones arrojan luz y no son tristes. Creo que la más triste es Sola, por el tema del maltrato.

Alberto: Somos muy poco cortavenas y más reivindicativos, sin ser pesados.

P. ¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento en este tiempo que llevan juntos?

R. Fico: Pues yo no estuve, pero un momento malo… se me ocurre cuando tocasteis en el gimnasio.

Alberto: Fue raro, no malo. Nos invitaron a la inauguración de un gimnasio en Móstoles y la situación era rara. Dijimos: bueno, va a ir bastante gente, vamos y echamos algunas tarjetas y tal.

Héctor: Había cuatro abuelas en la cinta de correr y nosotros tocando. Ellas nos miraban raro, como diciendo: estos no pintan nada aquí. Pero tenemos muy buenos momentos: en los viajes, en los hoteles… nos lo pasamos muy bien. Aunque hay veces que perdemos dinero, merece la pena: ¡echamos tantas risas y lo pasamos tan bien! Si ha habido algún roce, pues ha sido en el local de ensayo, por las composiciones. Somos cinco y cada uno con puntos de vista distintos. Normal, ¿no?

P. Entre canción y canción, todos beben agua. Menos El Niño del Cajón que saca su petaca sin pudor…

R. Alberto: [ríe] Es que la petaca es algo que… como que te da un puntito. Ahora contiene ron, pero originariamente tenía tequila.

Félix: Es que no nos dan ninguna consumición donde tocamos. Además, por tocar pagas. Tienes que alquilar la sala. Y si no llenas, no sacas ganancia. O sea: las salas no pierden, cobran el alquiler y lo que consume la gente.

Héctor: Es una vergüenza lo que está pasando con la música en Madrid. Vergonzoso. Los grupos tocan pagando. A la gente le cobran la entrada y las copas. Si la gente va a consumir, pues que no nos cobren a las bandas. Y encima nos echan a una hora determinada porque después hay otra banda. Nosotros nos movemos por España en nuestros coches. No tenemos furgoneta, porque eso sería otro gasto más. Para nosotros es muy difícil poder ir a un festival, porque no trabajamos con una discográfica grande. ¡Y encima tenemos que pagar para tocar en una sala!

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