Las vacaciones de invierno comienzan en una villa de Buenos Aires

Cine con palomitas de maíz, simpáticas batallas entre raperos y payadores, taller de cocina y pintura y libros, muchísimos libros. Todo eso y las vacaciones de invierno son elementos más que suficientes para que muchos chicos griten y corran sin parar. Eso hicieron este lunes (y lo harán durante los próximos 15 días) unos 300 chicos de la Villa 21-24, en el barrio de Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires. La Casa de la Cultura Popular los recibió para el lanzamiento de la agenda cultural estival. Asistieron el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, el titular de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel, y el presidente de la Fundación El Libro, Oche Califa.

Los talleres regulares que se dictan en la Casa de la Cultura atraen a unos 900 chicos. El lugar fue creado en un punto clave de la Buenos Aires empobrecida: en el límite de los barrios Barracas y Parque Patricios. Según datos de 2003, proporcionados por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, la comuna 4, la que integran, es la segunda con mayor porcentaje de hogares con tenencia irregular de vivienda. Sobre un total de 76.455 hogares, 10.877 (el 14,2%) presentaba condiciones irregulares de tenencia. Además, se trata de la segunda comuna con mayor trabajo informal. Allí conviven, entre otras, las villas Tierra Amarilla, Zavaleta, Tres Rosas, San Blas, Barrio Nuevo.Todas ellas forman la 21-24, el asentamiento más grande de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), con una población que llega a las 70.000 personas y tiene en su conformación social y una fuerte presencia de ciudadanos paraguayos. Según estimaciones policiales de 2015 allí se concentra el 30% del delito porteño.

“Nuestro trabajo es que la referencia no sean las páginas de sucesos del diario sino que se valore al barrio por el contenido y el potencial que tiene. Que no haya fronteras, ir pateándolas para que sea lo mas inclusivo posible y que esto sirva de ejemplo para que se replique en otros lados y genere cambios positivos”, se esperanza quien dirige la Casa de la Cultura, Gustavo Ameri. El lugar fue inaugurado en 2013 y tuvo la participación conjunta de cooperativas del barrio y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Tiene un auditorio con capacidad para 300 personas y un escenario para conciertos y espectáculos teatrales, conferencias y mesas de debate. Cuenta con 3 aulas equipadas para dictar talleres y organizar proyecciones y un espacio multimedia de archivo y documentación.

Es también el lugar fetiche del ministro de Cultura, Pablo Avelluto. “Creemos que nuestra idea de la cultura se encarna mejor que en ningún otro lugar que aquí donde estamos”, afirma, “Hace poquito tocó la sinfónica nacional y todos los días hay actividades para los chicos. Tenemos 16 centros de tecnología donde los chicos podrán aprender desde hacer películas, dibujar historietas y hasta cocinar”. El titular de la cartera de Cultura definió a la agenda de Barracas como una suerte de “filial de la Feria del Libro Infantil” en la que “los libros se regalan, pero sobre todo queremos que los vengan a leer acá o que se los lean, en caso de que no sepan leer”.

Avelluto se refiere a la posibilidad que tendrán los pequeños lectores de retirar libros sin costo alguno. Entre los títulos hay de todo: desde adaptaciones de Clarice Lispector, hasta Shakespeare, pasando por el argentino Horacio Quiroga. Oche Califa, presidente de la Fundación El Libro, entiende que “el libro es un objeto que perdurará pero sabemos que podemos más y cualquier actividad que signifique salir al encuentro de los lectores reales y potenciales es muy bueno”. La Fundación El Libro es la que realiza la Feria del Libro de Buenos Aires y la que en estos días organiza la versión infantil en el Centro Cultural Kirchner (CCK).