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ARTE / ENTREVISTA

Itziar Barrio: “Quiero que la obra nunca esté terminada”

Con una inventiva radical, la artista afincada en Nueva York afronta en el Centro Azkuna de Bilbao su primera gran retrospectiva

Itziar Barrio en el Centro Azkuna de Bilbao.
Itziar Barrio en el Centro Azkuna de Bilbao.fernando domingo-aldama

Todo mi trabajo parte de mis experiencias, que son siempre estéticas”, dice Itziar Barrio (Bilbao, 1976) a modo de declaración de intenciones. Y matiza que esa estética parte del discurso del cuerpo, entendido en el sentido griego, aisthesis, un proceso que apela al punto medio entre dos extremos: la percepción del ser humano y el pensamiento político. “Ahí nace la rebelión del cuerpo que ha sido desprovisto de voz”.

Liberada de la unilateralidad del mercado y con el único bagaje de una inventiva radical, Itziar Barrio afronta en el Centro Azkuna su primera gran retrospectiva, titulada By All Means y comisariada por Johanna Burton, un recorrido denso y desmaterizalizado que, a modo de praxis filosófica, propone un arte del sentimiento, de vínculos y síntomas que operan dentro de un orden social marcado por la división de clases y el imperativo del capital. “Cuando estás en Bilbao tienes la sensación de que todo el mundo es alternativo, hay una tendencia a trabajar desde el contexto y lo cotidiano. Yo misma empecé en un colectivo feminista a los 15 años. Llegué al arte a través de mis estudios de Psicología y Filosofía. La parte más técnica de pintura y grabado llegó después, mientras vivía en Londres. Creo que si desde el principio hubiera estudiado arte, hoy no sería artista”.

Los proyectos de Barrio se desarrollan en diferentes etapas y siempre con una investigación previa, que comparte con escritores, físicos y astrónomos. Murales, instalaciones, vídeo y performance conforman un espacio propicio para el debate sobre la arquitectura social y las identidades colectivas. “Dejar al descubierto el dispositivo es una forma de incorporar al público al siguiente capítulo, porque son ellos los que formalizan la obra, que siempre está en proceso. Para mí el medio ideal es la imagen en movimiento. Crecí con ella y es con lo que mejor me expreso”.

Aunque hay una tendencia a hacer un arte fácil de comercializar, también se puede encontrar desobediencia en el mercado

En Los peligros de la obediencia, un vídeo producido en sus primeras fases por Rincón Projects, Espacio Odeón y el Museo del Banco de la República de Bogotá, Barrio orquesta una escena a partir de pautas que un grupo de actores van descubriendo día a día. El espectador tiene dos opciones: asistir al plató en vivo o seguirlo online: “Siempre hay una posibilidad de desobedecer. Cuando me enteré del premio del MIT (Massachusetts Institute of Technology) a la desobediencia ética y responsable, primero me sorprendió, después me pareció que tenía mucho sentido. La desobediencia permite lo inédito y el MIT busca la innovación. Aunque hay una tendencia a hacer un arte fácil de comercializar”, continúa, “creo que también se puede encontrar desobediencia dentro del mercado. El problema es cuando el sistema la absorbe rápidamente. Me interesa mucho la desobediencia como herramienta para repensar las mitologías contemporáneas en el cine y la cultura popular. Soy muy barthiana”.

En Azkuna se han incluido también piezas hechas con cemento traído de la fábrica vizcaína de Lemona (“vengo de clase obrera”, dice). Son prótesis de nuestros deseos. “Somos enigmas. Utilizo los objetos como signos. No podemos conocer el objeto sin conocer al sujeto”. Y explica que aunque ocasionalmente trabaja con galerías: “La mayoría de mi producción sucede a través de agentes artísticos y espacios alternativos. Ellos permiten la evolución de mi obra en una dirección no directamente dependiente del mercado. Mi trabajo no responde a los parámetros de un objeto fácil de comercializar. Y aunque hago esculturas y obra gráfica, éstas suelen pertenecer a proyectos mayores con rasgos asociados a otros medios, como el vídeo y la performance. Pero”, aclara, “eso no quiere decir que las galerías no sean una gran ayuda”.

En una nueva versión de la obra All of Us Want to Work Less (todos queremos trabajar menos) la artista se apropia de escenas de películas e intercala textos tomados de otras fuentes (el cruce de piernas en Instinto básico, las escenas de robo de relojes de Pickpocket) siempre haciendo visibles los mecanismos tecnológicos aplicados al cine y a otras estructuras narrativas. “Me interesa hacer explícito que la obra nunca está terminada. Ahora estoy trabajando en un proyecto de ficción especulativa sobre las enanas marrones y robótica. Saltaré del terreno real y el conflicto social a la búsqueda de otros mundos”.

Itziar Barrio. ‘By All Means’ (por todos los medios). Itziar Barrio. Centro Azkuna. Bilbao. Hasta el 6 de mayo.

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