Neumáticos de mantequilla
Las gomas se desintegran en Moto2 y MotoGP lo que ha obligado a realizar cambios importantes en las carreras Moto2 se reduce a solo 13 vueltas y MotoGP tendrá una parada obligada en 'boxes'
Hubiera preferido Marc Márquez, que este domingo tiene ya opciones de ganar el Mundial de MotoGP, un fin de semana tranquilo, normal y corriente. No sabe lo que es un flag to flag, nunca ha ensayado un cambio de moto a la puerta del taller en cuestión de segundos. Y ahora tendrá que aprenderlo a marchas forzadas. Porque la carrera de MotoGP en Phillip Island será así: se correrán un total de 26 vueltas, pero los pilotos están obligados a pasar al menos una vez por el box para cambiar a una segunda moto con neumáticos nuevos y de ninguna manera pueden hacer más de 14 vueltas con la misma goma. Y, ¿por qué tanto alboroto? Porque Bridgestone, la fábrica de neumáticos, única suministradora de MotoGP, ha traído al circuito australiano unas gomas que se desintegran con una rapidez inusitada. El nuevo asfalto en Phillip Island proporciona tanto agarre que resulta demasiado abrasivo, eleva desmesuradamente la temperatura de los neumáticos y pilotar con ellos durante las 27 vueltas que debería haber durado la carrera del Gran Premio de Australia es, aseguran, peligroso.
La prueba de Moto2 se reducirá a 13 vueltas en lugar de las 25 habituales
La misma preocupación por la seguridad es la que les ha llevado además a obligar a que los pilotos calcen el compuesto más duro de los proporcionados por Bridgestone, pues el que es algo más blando tiene un rendimiento todavía peor en cuestiones de seguridad. Sin embargo, algunos pilotos como Jorge Lorenzo o Álvaro Bautista han pedido, sin éxito, que les permitan correr con ese más blando porque no se encuentran tan cómodos con el otro. “Bridgestone cree que no es seguro ni siquiera para 14 vueltas”, explicó Javier Alonso, miembro de Dirección de carrera, que ha tomado medidas extraordinarias para evitar situaciones de peligro a la entrada y a la salida del pasillo de garajes en esta ocasión especial. Para la mañana del domingo se habrá pintado una raya similar a la que se utiliza en la Fórmula 1 que alargará la salida de los boxes unos 60 metros y que impedirá a los pilotos salirse de una zona que se considera segura. Además, la velocidad máxima permitida en el pasillo de garajes, 60 km/h, será también obligatoria unos metros antes de lo habitual a la entrada y también unos metros más allá a la salida.
Por idénticos motivos la carrera de Moto2 se verá también afectada, aunque en este caso es Dunlop la distribuidora de unos neumáticos que sufren igualmente la exagerada abrasión de las gomas. Si bien, la solución ha sido diferente: la prueba se reducirá a 13 vueltas en lugar de las 25 habituales.
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