Cuando Olazabal se negó a ser ‘alquilado’ por un jeque
La figura del vasco y las tradiciones de Augusta contrastan con una época marcada por la millonada de la Liga saudí
Son las 7.40 en Augusta cuando tres leyendas avanzan hacia el tee del uno en medio de una cálida ovación. Son los honorary starters, los encargados del saque de honor. Gary Player, 87 años. Jack Nicklaus, 83. Tom Watson, 73. El trío acumula 140 Masters disputados y 11 chaquetas verdes. La escena sigue poniendo la piel de gallina 60 años después de que naciera esta costumbre. Aún vive la tradición en unos tiempos en que el golf está sacudido por la millonada de la Liga saudí y el contraataque del circuito americano con otro cheque lleno de ceros. Y en los que un episodio que vivió José María Olazabal es una extrañísima excepción.
60 years after winning his first Masters, Jack Nicklaus hits his ceremonial tee shot. #themasters pic.twitter.com/dsJFB7Y44D
— The Masters (@TheMasters) April 6, 2023
En los noventa, época de su apogeo, un jeque árabe contactó con el golfista vasco a través de su representante, Sergio Gómez. Quería que Olazabal jugara unos hoyos con él, en exclusiva. A cambio, un talonario en blanco. El campeón de Hondarribia podía escribir la cantidad. Pero el doble vencedor de la chaqueta verde se negó a ser alquilado para satisfacer al capricho del jeque. Chema le dijo a su agente que su dignidad estaba por encima de la cuenta bancaria. Ni siquiera lo pensó. De manera muy rotunda, rechazó la millonaria oferta. Por algo el guipuzcoano, premio Príncipe de Asturias en 2013 y miembro del Salón de la Fama, es conocido como El caballero del golf.
La inflación del golf ha borrado cualquier rastro de esa época. Olazabal tiene hoy 57 años, juega su 34º Masters, y está seguro de que su amado Seve no aceptaría tampoco el saco de oro de LIV Golf: “Seve valdría tanto o más que Tiger, sería el número uno de la lista, pero no se iría a la Liga saudí”. Woods rechazó unos 800 millones de dólares por unirse al rompedor proyecto.
Después del golpe de salida, los tres héroes comparten anécdotas y reviven la era en la que el pionero Bobby Jones “jugaba con un palo y una bola que volaba 80 yardas menos que hoy”. Años en los que el juego era “más equilibrado” en cuanto a la variedad de los golpes. El sudafricano Gary Player, el mayor del grupo, y quien posee el récord de Masters jugados (52, por los 50 de Arnold Palmer), revive la historia de un chico “que surgió de un país que practicaba al apartheid y llegó a conocer al presidente Eisenhower”. Nicklaus, el hombre de las seis chaquetas verdes, siempre ensalza orgulloso algunos de sus éxitos y 18 grandes. Y Watson vuelve a ser recordado por estar a punto de ganar el Open Británico de 2009 a los 59 años. Solo ocho años menos que él tiene Bernhard Langer, 65, el más veterano en competir en este Masters que despide a otros dos iconos, Sandy Lyle (65) y Larry Mize (64). También recibió un homenaje Carl Jackson (76), el caddie que más veces ha llevado la bolsa de palos en Augusta, 54. Son las huellas de una época en la que no todo estaba en venta.
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