El Dakar empieza con una polémica partida de ajedrez: deja a Carlos Sainz descontento y a Laia Sanz fuera de la carrera
Los favoritos a la victoria juegan al despiste y fuerzan la normativa en una primera etapa de navegación complicada y mucho desgaste en Bisha que castiga a los más rápidos
El Rally Dakar ha arrancado este sábado en Arabia Saudí con una primera etapa convertida en una partida de ajedrez polémica y confusa entre los principales favoritos. Todos corrían con la cabeza puesta en las próximas 48 horas, cuando deberán superar más de 1.000 kilómetros sin asistencias externas, raciones de comida militares y noche en tienda de campaña en medio de la nada. En el bucle de 412 kilómetros con numerosos cruces de caminos y varias trampas en el libro de ruta que preparó la organización para iniciar la carrera, Carlos Sainz tuvo que cambiar de estrategia en pleno recorrido después de sufrir un pinchazo y varios problemas técnicos con las tabletas de navegación de su prototipo. El piloto madrileño de 62 años, que busca su quinto Dakar, esta vez con Ford, cruzó séptimo la línea de meta y fue el primero entre los grandes candidatos al triunfo en categoría de coches. En una competición de motor, su resultado debería ser positivo, pero la normativa de la FIA propició que los pilotos buscaran precisamente todo lo contrario: perder a propósito.
“Al pinchar se ha complicado todo un poco”, decía Sainz nada más cruzar la línea de meta. “Nos hubiera gustado hacer otra estrategia, pero hemos decidido cambiarla sobre la marcha después del pinchazo”, detallaba Lucas Cruz, su copiloto. La séptima plaza de partida de cara a la aventura de este domingo preocupa a ambos defensores de la corona. “Me hubiese gustado salir, por lo menos 15º, pero no es fácil acertar en la estrategia y pensábamos que íbamos a quedar más atrás. El lío con las tablets y luego el pinchazo nos han descolocado un poco, pero doy el resultado por bueno”, concluyó ‘El Matador’, resignado con lo acontecido. La etapa en coches se la llevó el estadounidense de Toyota Seth Quintero con un tiempo de 4h35m08s, y Cristina Gutiérrez terminó en quinta plaza a 2m13s del ganador, una posición que puede resultar un hándicap ante el reto de este domingo.
Una pena empezar el Dakar así. Nos hemos quedado sin la 3ª marcha en el km 20, pero estábamos salvando bien el día, yendo despacio.
— Laia Sanz (@LaiaSanz_) January 4, 2025
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A escasos metros de la línea de meta se produjo una imagen impropia de una carrera en la élite. El bulto de candidatos a la victoria paró en seco y decidió dejar correr el cronómetro antes de cruzar la línea de meta. Nasser Al-Attiyah (20º a 11m13s) y Sébastien Loeb (24º a 12m16s) fueron quienes mejor se posicionaron, aunque reconocieron que no les gustó demasiado hacerlo. “Lo de hoy no es realmente divertido. Conducimos más tranquilos, incluso resulta aburrido, y no hay una competición auténtica. Espero que la regla pueda cambiar, porque si empujas y ganas, debes poder tener la oportunidad de ganar al día siguiente”, decía el catarí, vencedor en cinco ediciones de la prueba. Nani Roma, que terminó 18º y perdió 9m28s en meta después de sufrir problemas con los sensores del motor y el GPS, también criticó el sistema que perjudica a los más rápidos en este tipo de situaciones. “En este circo los payasos somos nosotros, y si todos tenemos la misma idea es porque algo de razón tenemos. No entiendo que la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) no pueda comprender que quien gana debe tener algún beneficio por la victoria”, apuntó con dureza.
El sistema de las motos en estos casos, establecido por la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), parece el más adecuado para evitar excesos y trampas en medio del desierto. En la categoría de dos ruedas, el ganador en este tipo de etapas, donde resulta más importante el orden de salida al día siguiente que el resultado, puede elegir dónde quiere salir la próxima jornada. Eso provoca que nadie se guarde nada, como se vio en línea de meta. El austríaco Daniel Sanders, con un tiempo de 4h41m27s, volvió a aupar su KTM hasta la primera plaza y estuvo seguido por los principales contendientes de la categoría, sin reserva a la hora de dar gas en una etapa que causó estrago debido a los arbustos puntiagudos. Con los monos perforados y agotados, la mayoría de los favoritos salvó los muebles con los cinco primeros de la clasificación en un pañuelo. Tosha Schareina, la gran baza española con Honda, terminó quinto a 4m42s del vencedor, aunque tanto él como su equipo reclamaron al director del Dakar un error de bulto en el libro de ruta. “Casi al final, a 80 o 90 kilómetros de acabar, marcaba dos pistas cuando solo había una. Un poco después estaban varias personas en ese punto marcando a los pilotos para dónde era, así que es bastante injusto, veremos si nos devuelven el tiempo”, explicó el valenciano de 29 años.
Primer abandono en 15 años para Laia Sanz
La peor parte de la jornada se la llevó Laia Sanz, que volcó con su Century Racing tras golpear una roca mientras rodaba con el coche en medio del polvo a 70 kilómetros de meta y tuvo que retirarse a última hora de la noche a pesar de haber intentado reparar los daños en su coche. Los comisarios de la FIA no dieron el visto bueno a su vehículo por apenas dos milímetros de desajuste en una de las barras del arco de seguridad. “Es una pena quedarse sin Dakar así. Estábamos sin tercera ya en el kilómetro 20. Estábamos yendo despacio, salvando bien el día; pero con el polvo nos han dejado de funcionar los instrumentos de navegación también. Íbamos super tranquilos para acabar la etapa, pero a pocos kilómetros del final hemos pillado una piedra, que no hemos visto, por el polvo, y hemos volcado”, decía la piloto en un vídeo que ella misma subió a las redes sociales. Y explicaba que estaban intentando reparar el vehículo. Pero no fue posible. “Da mucha rabia tener tan mala suerte”, cerraba. La catalana jamás había abandonado en sus 14 participaciones previas.
Por si la dureza intrínseca del Dakar no fuera suficiente, el campamento amaneció en Bishah con un brote de gripe bastante extenso que afectó entre otros a Isidre Esteve, que celebra este año su vigésima participación en el rally.
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