Kern Pharma redobla la apuesta y trabaja para disputar la general en la Vuelta

La misma noche en la que se acabó la Vuelta de España pasada, el equipo Kern Pharma se fue a cenar a un restaurante y después a tomar algo por ahí hasta altas horas, todos juntos por Madrid. Se lo habían ganado a pulso; fueron la revolución del certamen, tres etapas en el zurrón —dos de Pablo Castrillo y una de Urko Berrade— y la admiración generalizada por la gesta, por ser un equipo de segunda que además logró 15 posiciones de top-10, solo superado por el mastodóntico UAE. Fue el broche final a una temporada redonda, donde lograron 3.341 puntos UCI (1.600 más que en 2023), trampolín para mirar hacia arriba. “La Vuelta nos puso en sitios muy bonitos y exigentes, pero a día de hoy siento que todavía no hemos descansado”, reflexiona su director deportivo Juanjo Oroz antes de la segunda etapa de la Volta Catalunya, su primera participación World Tour del curso.

Eso es porque la hoja de ruta de Oroz llegó al final del primer ciclo que habían estipulado, que era de cinco años. Fundado en 2020, de amateur a profesional, a equipo Continental. “Nos pusimos como reto llegar a esta categoría y, de paso, ganar una etapa en la Vuelta. Al final fueron tres”, conviene. Y se destapa: “Ahora, en otro ciclo de cinco años, el objetivo es dar otro paso y aspirar a disputar la general de una Vuelta. Da miedo decirlo, pero ese es el reto. Y lograrlo con corredores formados en nuestra casa. Y si luego llegamos al Tour, pues sería un sueño hecho realidad. No queremos quedarnos aquí porque eso sería nuestra muerte”. No señala como meta, sin embargo, subir de categoría. “Es que no lo es. Eso debe ser una consecuencia al buen trabajo. Y nuestro primer objetivo es volver a disputar la Vuelta”.

Invitación que todavía no tienen y que no depende de ellos, toda vez que la organización admite a todos los equipos World Tour para después extender dos pases a los equipos que considere. Y, aunque no es una regla escrita, suele repartirlas de forma salteada a las cuatro escuadras españolas más fuertes —sin contar, claro, con el Movistar, que juega en Primera—: Euskaltel, Caja Rural, Burgos Burpellet y Kern Pharma. “Tenemos muchas ganas de recibirla, pero respetamos su decisión. Nosotros debemos hablar en la carretera, aunque estamos convencidos en ir, en volver a disfrutar porque nuestra carta de presentación es inmejorable. Más que nada porque en la pasada Vuelta llegamos al público, que fue nuestra mejor victoria”. Oroz, sin embargo, también pidió un pase al Tour hace unas semanas en Barcelona, acto de presentación de la salida de 2026 de la carrera. “Sí, así es. Por decirlo abiertamente y soñar no pasa nada”, aclara.

Semillero de jóvenes, Kern Pharma apuesta por el producto nacional. “Nuestra fuerza es la cantera, somos un patrimonio para el ciclismo español, lo digo con la máxima humildad”, refiere. Aunque así lo ha aclarado en este curso, pues a pesar de que se fue Castrillo —fichado por Movistar; “pero ¿eh? Nosotros le dimos las gracias por su esfuerzo y por todo, al punto de que en la París-Niza le estuve animando por la tele”, dice—, ascendieron a cuatro chicos del filial y tan solo firmaron a dos de fuera: Mats Wenzel (Lidl-trek future) e Iván Ramiro Sosa (Movistar). “El primero ya hizo top-10 en el Tour del Porvenir y el Giro, lo que habla de su nivel; y Sosa, que ha ganado carreras muy buenas, explica que en este equipo hay segundas oportunidades para rehacerte”, señala. Fichajes que, sin embargo, también avaló el dinero extra de la Vuelta. “Algo se notó, sí, y hemos subido el presupuesto del equipo. Pero eso, como se vio en la Vuelta, no determina la clasificación. Estamos muy contentos con nuestros patrocinadores, con Kern Pharma, Giant, Etxeondo y BCD, que son números uno mundiales”. Aunque eso no excluye que sigan buscando nuevos compañeros de viaje que permitan dar más saltos. “Es un trabajo más duro que las carreras y se me lleva casi todo el tiempo”, acepta Oroz. Uno nuevo que ha llegado, por ejemplo, es Le Coq Sportif.

Pero también guarda horas para pasar con sus corredores, para explicarles las piedras filosofales del equipo. “Por un lado, les digo que hay que buscar el equilibrio entre creérselo y tener miedo. No se puede tener soberbia y pensar que somos más que nadie. Pero tampoco que somos menos”, explica; “y lo otro que les remarco son tres palabras. Trabajo, porque sin eso no hay nada. Fe, porque hay que creer en uno mismo y sobre todo en el equipo, que es el que nos ayuda cuando vienen mal dadas. Y paciencia, porque pasarán malos momentos, pero también vendrán buenos”.

Ahora están en la Volta. “Nos gustaría mirar la general, pero el objetivo real es ganar una etapa. La primera era una buena opción, pero no pudo ser. En la última, en Barcelona, también creo que tenemos corredores para ello”. Palabra de Oroz, que con su equipo pudo llevar la contraria a todo el pelotón en la pasada Vuelta.