El Real Madrid pide los audios del VAR del partido contra el Espanyol y se queja de “manipulación y adulteración” de la Liga
El club envía una durísima carta a la federación y al CSD en la que pide cambios estructurales en un sistema arbitral “corrompido desde dentro”
El Real Madrid ha estallado contra el sistema arbitral con una durísima “reclamación formal” ante la Real Federación Española de Fútbol, con copia al Consejo Superior de Deportes, después de su partido del sábado contra el Espanyol en Barcelona. En un documento de cuatro folios aprobado por la junta directiva del club, se queja de la “actuación escandalosa del arbitraje y del VAR” en ese encuentro, que, dice, sobrepasó “cualquier margen de error humano o de interpretación arbitral”. El club sostiene que lo sucedido el sábado “representa la culminación de un sistema arbitral completamente desacreditado, en el que las decisiones contra el Real Madrid han alcanzado un nivel de manipulación y adulteración de la competición que ya no puede ser ignorado”. Por eso, pide algo que ya había formulado en varias ocasiones su presidente, Florentino Pérez, “una reforma integral que incluya, como elemento esencial, la sustitución de aquellos árbitros cuya vinculación con etapas bajo sospecha compromete la legitimidad del sistema”.
El Real, que alude en la carta a la mancha aún no resuelta del caso Negreira, solicita los audios de las comunicaciones entre el VAR y el árbitro de campo, y los de las conversaciones entre los ocupantes de la sala VOR, de las dos jugadas que le resultan incomprensibles.
La primera es “la brutal entrada sobre Kylian Mbappé, por detrás, sobre el gemelo y sin posibilidad alguna de disputar el balón, realizada en el minuto 60 del partido por el jugador del Espanyol [Carlos Romero] que posteriormente acabaría marcando el gol de la victoria de su equipo, merecedora de la expulsión inmediata”. Se queja, además, de la redacción del acta arbitral elaborada por Muñiz Ruiz, “tergiversando y falseando así la realidad de lo sucedido, con la única finalidad imaginable de justificar su arbitraria decisión”. La carta recuerda las declaraciones de Romero después del partido: “Sabía que era imposible pararlo en carrera”.
La segunda jugada de la que piden los registros sucedió en el minuto 21, cuando “Vinicius Jr. marcó un gol absolutamente legal, que fue anulado por una supuesta falta previa de Kylian Mbappé, pese a que las imágenes demuestran que en dicha jugada quien fue objeto de falta previa, un penalti claro, fue nuestro jugador”.
El club va más allá de la queja en su carta: “El problema no se soluciona con sanciones tardías e individualizadas cuando las decisiones tomadas, como es el caso, afectan directamente al resultado de la competición. Lo que realmente se necesita es una reforma estructural que impida que estos hechos se reproduzcan una y otra vez en perjuicio del Real Madrid y de la integridad del campeonato”.
Insiste en su certeza de que no se trata de un “caso aislado”, sino que asegura que padece “un sistema arbitral cuya credibilidad está completamente erosionada”. Se queja de que las revelaciones del caso Negreira, con casi dos décadas de pagos del Barcelona al vicepresidente de los árbitros, no hayan derivado en “una reforma real ni una depuración efectiva de responsabilidades”. Lo achaca a “un entramado de intereses cruzados” en el que las estructuras federativas protegen al colectivo arbitral, “convertido en un actor político con un peso determinante en los procesos electorales federativos”. Sostiene que “quienes deber ser objeto de fiscalización y control son, al mismo tiempo, un factor decisivo en la elección de quienes deberían ejercer esa labor de supervisión”, en alusión al peso del voto de los árbitros en la elección del presidente de la federación. Por eso, afirma que el sistema se encuentra “corrompido desde dentro” y asegura que “no basta con ajustes superficiales”.
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