España se libera ante Bélgica con una remontada formidable en el tiempo de descuento

España remó y remó esta tarde ante Bélgica para remontar in extremis (3-2) un partido que se le complicó de inicio con el gol de Toloba tras un error de Laia Aleixandri en la salida de balón y otro de Irene Paredes, la capitana, en el despeje. La selección de Montse Tomé bailó a un rival inferior contra el que no pierde desde hace 21 años, pero la falta de filo penalizó a un equipo que vio cómo en la primera parte desperdiciaba una ocasión franca tras otra y en la segunda sufría otro tanto a la contra. La desesperación en el acierto terminó en un final apoteósico, cuando Lucía García y Martín-Prieto empujaron a la red dos balones en el tiempo de descuento. Pina había anotado el primero a 13 minutos del final en una conducción fantástica que finalizó con un tiro fortísimo con la derecha. El triunfo fue liberador para la Roja, que inició con tres puntos su defensa de la Liga de las Naciones antes de visitar el próximo miércoles el mítico Wembley.

El ambiente del estadio Ciutat de València tenía cierto paralelismo con el que se vivió en Gotemburgo el 22 de septiembre de 2023, cuando España debutó en la primera Nations League de la historia con una victoria ante Suecia. Las jugadoras llegaron exhaustas a ese partido tras la cumbre de Oliva, en la que pactaron mejoras para la selección tras su renuncia a vestir la camiseta de la Roja hasta que Luis Rubiales dimitiera como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso no consentido que le había dado en la boca a Jenni Hermoso en Sídney después de que España conquistara la Copa del Mundo.

En la tarde de este viernes, el grupo salió al campo tras todo el ruido que se había generado por la sentencia del caso Rubiales, que condenó al exdirigente por un delito de agresión sexual. Si en Suecia la Roja se quitó un peso enorme de encima, hoy hizo un ejercicio fantástico de perseverancia ante una selección inferior, encajonada en su propio campo, que también será su rival en la fase de grupos de la Eurocopa del próximo verano. De alguna manera, se abre una nueva etapa en el equipo en la que los temas extradeportivos no parece que vayan a estar tan presentes en el día a día del grupo. Aunque el fallo no es firme, la justicia ha dado la razón a las campeonas del mundo, que se plantaron de forma unánime ante la RFEF tras la agresión sexual del expresidente, y que tienen por delante un calendario futbolístico tremendo: la defensa de la Nations League conquistada el año pasado, y una Eurocopa en verano en la que son unas de las principales favoritas.

La federación decidió que el encuentro se disputara en Valencia, la provincia más afectada por la dana que a finales de octubre mató a más de 220 personas y asoló casi 80 localidades. El estadio arropó a un equipo que donará lo recaudado a las víctimas del temporal. El guion del choque fue incómodo para España por el gol tempranero de las belgas y la falta de filo en las ráfagas continuas que lanzó la selección bajo la batuta en el centro del campo de Tere Abelleira. La pivote gallega ordenó el juego y conectó una y otra vez en tres cuartos con Aitana Bonmatí, Mariona, Vicky y Pina sin que el equipo acertara en el pase terminal o en la definición.

Alba Redondo erró dos manos a mano, Vicky López estampó un balón en el larguero, a Paredes se le escapó un cabezazo a bocajarro y Pina y Bonmatí lo intentaron sin éxito desde la frontal mientras sus disparos se iban pegados a los palos o eran rechazados por Evrard. Hasta Abelleira lanzó un córner al travesaño en el que la pelota cogió una comba fantástica. La centrocampista, que tiene un golpeo de balón espectacular, estuvo a punto de firmar un tanto antológico. También ante las belgas, clavó el pasado julio en Riazor un gol de postal desde el centro del campo al ver a la portera adelantada.

La insistencia de España tuvo éxito en el tramo final, cuando parecía que el partido le había reservado una bofetada —Wullaert anotó el segundo en el minuto 72— pese a la avalancha de oportunidades. Martín-Prieto y Lucía García, que habían entrado desde el banquillo en una segunda mitad en la que Montse Tomé no dejó de hacer cambios ofensivos, culminaron una remontada sobre la bocina que deja a España con la moral altísima para visitar Wembley el miércoles ante Inglaterra, el gran rival del grupo para jugarse el pase a las semifinales del torneo, que esta noche se dejó dos puntos en su visita a Portugal (1-1).