El alcalde de Vigo asegura que pidió explicaciones a la RFEF “hasta 25 veces” al caer Balaídos como sede del Mundial 2030
Abel Caballero cree que detrás de la exclusión de la ciudad gallega subyace una venganza política de Louzán, actual presidente de la federación

La polémica en torno a la elección de las sedes del Mundial 2030 que España organizará junto a Marruecos y Portugal crece. La introducción de criterios de última hora que perjudicaron directamente a la candidatura de Vigo, que perdió la 11ª plaza de la lista, la que marcaría el corte de aquellas sedes que serían propuestas a la FIFA, es vista con recelo desde hace meses por los principales afectados. Y más después de conocer unos documentos y unos audios, desvelados por el diario El Mundo, que advierten de posibles irregularidades o arbitrariedad en la designación de las sedes.
Por todo eso crece la indignación, especialmente en Vigo. El alcalde, el socialista Abel Caballero, advierte de que utilizará “todas las palancas” a su alcance para “hacer que se reconozcan los derechos” de su ciudad: “Lo voy a defender hasta sus últimas consecuencias”. En declaraciones a EL PAÍS, recuerda que desde que supo hace meses que Balaídos no sería sede ha reclamado sin éxito a la federación que le remita la valoración y puntuaciones de cada una de las ciudades candidatas. Caballero considera que el proceso está plagado de “mentiras” e insiste en que detrás de la exclusión de Vigo subyace una venganza política de Louzán, histórico barón del PP en la provincia de Pontevedra. El ahora presidente del fútbol español, vicepresidente de la entidad cuando se valoraron las candidaturas, fue descabalgado en 2015 de la presidencia de la Diputación por los excelentes resultados electorales del PSOE en esta ciudad. Llevaba en el cargo 13 años.
Caballero ve “una derivada política” en la elección de las sedes. Primero, recuerda, les dijeron que la exclusión de Vigo se debía a problemas de financiación que el regidor considera inexistentes. Después, que era por no presentar la candidatura de la mano de la federación gallega pese a que “no venía en las bases”. Louzán, añade el alcalde, esgrimió por su parte “el tamaño” de Balaídos, pese a que está proyectada una ampliación. “Llega un momento en que sabemos que están mintiendo. Les pedí la información, no exagero, 25 veces”, revela. Envió una carta al presidente de la Xunta, el popular Alfonso Rueda, pidiéndole que intercediera ante Louzán en esa petición de documentación. Rueda respondió a través de una misiva de su consejero de Deportes en la que acusaba a Caballero de “falta de influencia”. “¿Esto qué es? ¿En una convocatoria con criterios objetivos hay uno que es la influencia del gobierno local? Eso es discrecionalidad y arbitrariedad”, denuncia el regidor de Vigo.

La Xunta se ha desmarcado este martes de cualquier responsabilidad en la elección de las sedes del Mundial y señala a la federación española de fútbol para que dé explicaciones. En eso Caballero coincide: “Louzán debe dar explicaciones inmediatamente. Lo de hoy [los audios] es gravísimo. No solo para Vigo, sino para la marca España. Todo el planeta está viendo esto. El comportamiento del presidente de la federación daña muchísimo”. El regidor está convencido de que con “objetividad y transparencia” Vigo entrará en el listado de sedes del Mundial.
Fue el pasado mes de julio cuando la FIFA aprobó las nueve ciudades y los 11 estadios (Madrid y Barcelona cuentan con dos) que acogerán en territorio español partidos de la Copa del Mundo. Entre las candidatas que no pasaron el corte de la Real Federación Española de Fútbol estaban las ciudades de Valencia y Vigo. Esta última estaba entre las elegidas 48 horas antes de que la RFEF enviara a la FIFA el 29 de junio la relación definitiva de las sedes de su candidatura. Según la documentación a la que ha tenido acceso El Mundo, los criterios de evaluación otorgaban a la ciudad gallega y a su estadio de Balaídos una puntuación total de 10,2004 por delante de San Sebastián y Anoeta (10,1226). Dos días después, San Sebastián fue la elegida como la undécima sede española al aumentar su baremación hasta 10,6026 al tenerse en cuenta, según la RFEF, que Anoeta apenas debía realizar obras de remodelación, lo que repercutía favorablemente en los criterios de sostenibilidad. El 19 de julio, la federación anunció las 11 sedes que serían presentadas a la FIFA en el Bid Book (libro de sedes) el 31 de julio.
Las sospechas de una presunta manipulación en la baremación final se sustentan en la duda de por qué, si ya se sabía que el estadio de la Real Sociedad no necesitaba apenas reformas, no se le otorgó desde un principio una puntuación más alta y esta se elevó en el último momento, lo que favoreció que San Sebastián rebasara a Vigo.
En unos audios publicados también por El Mundo sobre esa reunión de trabajo del comité encargado de la candidatura de España para el Mundial, que integraron María Tato, Fernando Sanz y Jorge Mowinckel, se intuye, cuanto menos, cierto caos. En aquel encuentro celebrado el 25 de junio de 2024 se puede escuchar entre otros a María Tato, directora de la candidatura, hablar así de los polémicos criterios de evaluación: “Vamos allá. Vamos a meter valores en el Excel a ver qué nos queda. La primera prueba de las 800 que haremos hasta que nos cuadre con el resultado”, llegó a decir. Y ese intentar que cuadre es lo que ha activado todas las alarmas.
Ya el 26 de julio, el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, envió una carta a la FIFA, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, en la que recalcaba que la decisión de no incluir a Vigo y a Valencia como sedes del Mundial 2030 era exclusiva de la federación. En la misiva, Rodríguez Uribes se dirige a Mattias Grafström, secretario general de la FIFA: “La elección [de la RFEF] deja fuera de la organización de partidos de este gran campeonato (y, por tanto, de la distribución de sus beneficios económicos, sociales e incluso emocionales) a dos ciudades extraordinarias, Valencia y Vigo, cuyos clubes, históricos y señeros, militan en la máxima categoría de la Liga. Son dos ciudades, además, fundamentales para la vertebración territorial de nuestro país”. El CSD asegura que apostó por presentar una candidatura de máximos, con 13 sedes, y que luego la FIFA descartara. Marruecos y Portugal se oponían a esto porque la FIFA recomienda un máximo de 20 sedes y solo se podían repartir siete entre ellas si España presentaba 13.
Ante el borrón y la mancha sobre la candidatura que ha generado la elección de las sedes, desde la Federación aseguran que Louzán no ha tenido nada que ver y que se está elaborando un informe interno para explicar cómo fue adjudicada la puntuación a cada ciudad.
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