Veinte mil personas se manifestaron en Bilbao

Veinte mil personas se manifestaron ayer en Bilbao para exigir al Gobierno la convocatoria urgente de elecciones municipales. Este es un número reducido si se compara con otras movilizaciones habidas en Euskadi y si se tiene en cuenta que la de ayer estaba apoyada por todas las fuerzas políticas, a excepción de UCD y AP.La manifestación estaba encabezada por varios alcaldes del grupo de Vergara, principales promotores de esta iniciativa, y por los líderes de los partidos convocantes. Abría la marcha una enorme pancarta sostenida por cuarenta personas, y en la cual dieciséis siglas políticas apoyaban la exigencia de comicios municipales democráticos y urgentes.

En segunda línea se colocaron inicialmente los del PSOE, que junto con el PCE se habían negado a suscribir un comunicado conjunto a la sombra de los alcaldes. La presencia de los socialistas en un lugar privilegiado de la manifestación produjo unos minutos de tensión y algún que otro grito, hasta que la izquierda abertzale consiguió colocarse delante al grito de ETA, herria zurekin (ETA, el pueblo está contigo).

Municipales ahora fue la consigna de la marcha, pero eso no impidió que una y otra vez se repitieran las ya conocidas consignas de solidaridad con ETA e independencia. La condición vasca de Navarra fue proclamada con insistencia junto con las voces de UCD, kampora (UCD, fuera).

En el interior de la manifestación se mezclaban las consignas de unos grupos y otros hasta formar en ocasiones una babel política. Mientras los socialistas coreaban Elecciones a la vista, alcaldes socialistas, la izquierda abertzale pedía la disolución de los cuerpos represivos y la paralización de la central nuclear de Lemóniz a base de goma-2. Si la convocatoria pretendió ser unitaria, la marcha no lo fue, y en ella no faltaron algunos roces.

La formación más homogénea y numerosa fue probablemente la del PNV, que acudió con varios miles de afiliados, a quienes encabezaban los comités regionales de Vizcaya y Guipúzcoa en pleno. La pancarta de EIA era llevada, entre otros, por el diputado Letamendía. Pero en general los propios partidos convocantes se desentendieron parcialmente de la manifestación, tal vez por tratarse de una iniciativa ajena.

Cuando el grueso de la marcha alcanzó la plaza de la Castilla se inició un breve acto, en cuyo transcurso el alcalde de Zaldívar (Vizcaya) leyó en euskera y castellano el comunicado suscrito por el grupo de alcaldes y los dieciséis partidos que apoyaban el acto.

El escrito contiene una dura crítica hacia UCD, al que se acusa de aplazar sine die las elecciones municipales, supeditando así a su propia trayectoria política las promesas hechas y los intereses del pueblo.

«Cuando la democracia parece tener un solo nombre, servir a unos únicos intereses y soportar a una determinada tendencia política, cabe preguntarse si no nos encontramos ante una nueva forma sutil y camuflada de dictadura», dice el escrito que considera importantes las elecciones municipales, no sólo para desterrar a la burocracia franquista, sino también para paliar los efectos de la ley D'Hondt.