La oposición al Cuerpo Superior de Policía podría ser aplazada por orden judicial

El Sindicato Profesional de Policías ha cursado una denuncia sobre presuntas irregularidades en los exámenes de la oposición para ingreso al Cuerpo Superior de Policía, que actualmente se celebran en Madrid y a los que se han presentado unos 4.000 opositores. El último ejercicio está previsto para el próximo sábado, día 26, pero podría ser aplazado por orden de la autoridad judicial.

Algunos opositores dieron a conocer presuntas irregularidades en la oposición al Cuerpo Superior de Policía a finales del mes pasado (EL PAIS, 30-3-1980), en relación con el tercer ejercicio. Habían advertido que las pruebas de carácter psicotécnico eran conocidas de antemano por numerosos opositores, ya que habían sido facitadas copias de los tests -principalmente del Ravel- por las academias de preparación y cuyas fotocopias pasaron de mano en mano, estableciéndose incluso una presunta venta de las mismas.La denuncia ante la opinión pública se realizó cuando este ejercicio aún no había terminado, pese a lo cual los exámenes no fueron interrumpidos, ni modificados. Durante una semana, en tandas de unos cuatrocientos opositores por las mañanas y otros tantos por las tardes, los exámenes se sucedieron «con claro prejuicio para aquellos que desconocían los tests que se iban a poner».

Al parecer, los tests empezaron a circular en la calle al segundo día de los exámenes y, posteriormente, a la vista del resultado, se apreció un porcentaje considerablemente mayor de suspensos en las dos primeras jornadas. No obstante, otros opositores que se examinaron en días siguientes tampoco tuvieron acceso a las copias callejeras de los tests, y, según manifiestan, sufrieron el alza del nivel de respuestas correctas provocado por aquellos que habían conseguido conocer de antemano el examen.

El sábado, último ejercicio

El tribunal de la oposición ha convocado el cuarto y último ejercicio, de cultura general, para el próximo sábado, día 26, a las ocho y media de la mañana, en la Escuela de Ingenieros de Minas. Fuentes oficiales de la Dirección de la Seguridad del Estado han señalado que, «de momento, no parece que esté previsto aplazarlo».Diversos grupos de opositores perjudicados por lo que entienden que han sido «graves irregularidades que desprestigian no, sólo la imagen de la policía, sino el sistema oficial de oposiciones», estudian « apresuradamente la posibilidad de impugnar la oposición». El asunto ha interesado al Sindicato Profesional de Policías, que pretende una aclaración de los hechos. Fuentes oficiales de este sindicato informan que el presidente nacional del mismo, Pablo Sánchez, ha dado curso a una denuncia en tal sentido en las dependencias policiales de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, con el correspondiente paso al juzgado de guardia, del cual se espera que dictamine sobre el tema en las próximas veinticuatro horas, a fin de determinar si procede una paralización de la oposición y una investigación a fondo de lo ocurrido.

Además de las presuntas irregularidades del tercer ejercicio, en la documentación elaborada sobre esta oposición constan otros datos considerados como «no menos extraños». Por ejemplo: los tests se hicieron con lápiz por orden del tribunal; a algunos opositores se les permitió cambiar su día de examen, lo cual les ha podido permitir, en la prueba psicotécnica, tener acceso a las fotocopias; en el primer ejercicio, consistente en un reconocimiento médico, a los opositores veteranos no se les practicó dicho reconocimiento, excepto una placa de rayos X como si en un año, desde que uno se presentó a otra oposición, no hubiera podido contraer alguna lesión»; y, en el segundo ejercicio, de aptitudes físicas, se alteraron algunas de las pruebas legalmente exigidas: «Nos examinaron en el Colegio de Huérfanos de la Policía», explican algunos opositores, «y por el hecho, según dijeron, de que las pistas no estaban bien, permitieron que los cien metros lisos se corrieran en dieciséis segundos como mínimo, en vez de en quince segundos; y parecido hicieron con los mil metros lisos, que en vez de mil pusieron 940 metros, lo cual supuso que ese ejercicio lo pudieran pasar más opositores y ello acarreó más competencia en el siguiente».

Fuentes policiales han comentado, en torno a este asunto, que «en el fondo en él subyacen diversos factores problemáticos de la Escuela Superior de Policía, como, por ejemplo, el hecho de que los profesores, hasta ahora, hayan sido designados a dedo mediante la cobertura de un concurso de méritos; incluso hay profesores que sólo contaban con dos años de pertenencia al cuerpo, cuando legalmente se exigen cinco para ser profesor, entre otras anomalías».

El tribunal de esta oposición -con la que se pretendía formar la primera promoción de policías con arreglo al nuevo plan de estudios de tres cursos- está constituido por Federico Cavero Jávega, comisario principal, jefe de la División de Enseñanza. y Perfeccionamiento y director de la Escuela Superior de Policía, como presidente; secretario, Ignacio Zarzalejos Altares, secretario de la escuela; y vocales: Francisco José Hernández Navarro, comisario y profesor; Aurelio Rivera Ramos, comisario y profesor, y Julio Antón López, funcionario de policía, director del Instituto de Estudios de la Policía y profesor.