Debate sobre el terrorismo en Portugal

La opinión política en Lisboa está divida en torno a los objetivos de los grupos terroristas que han emergido recientemente en Portugal. Para unos, se trataría de la instalación en este país de los métodos de guerrilla urbana, ya vigentes en algunos países europeos. Según otros, no es más que una operación encaminada a la desestabilización política destinada a calentar el clima preelectoral portugués.El Gobierno trata de minimizar las acciones de las denominadas Fuerzas Populares 25 de Abril, a las que acusa de realizar «actos de bandidaje y violencia, con atracos y robos de coches, sin relación entre los mismos», frente a la opinión «de grupos de oposición al Gobierno que los quieren presentar como una campaña subversiva y revolucionaria popular».

Sin embargo, la prensa adicta a la actual mayoría, Alianza Democrática, no ocultó el alarmismo, dando cuenta de los actos terroristas conocidos, así como otros no mencionados por la policía, caso del atentado, el sábado pasado en Lisboa, contra el general Ricardo Durao. O Tempo afirmó que los terroristas detenidos en el Algarve recibieron preparación militar en Libia, lo que contrasta con la propia versión de las Fuerzas Populares 25 de Abril, que dicen recibir apoyo del IRA irlandés, y de los terroristas italianos de Brigadas Rojas y españoles de ETA.

A los partidos de izquierda no les cabe duda acerca del carácter de extrema izquierda de este grupo, al que consideran muy bien organizado, con unos trescientos guerrilleros organizados en células de cinco o seis.