Seis muertos y un centenar de heridos, balance de un atentado terrorista en Teherán
Seis personas resultaron muertas y más de un centenar heridas, ayer, por la mañana, en Teherán, a consecuencia de la explosión de tres bombas. El atentado fue reivindicado, a primera hora de la tarde de ayer, por el grupo Forghan, integrado por extremistas musulmanes opuestos al clero iraní.
En una llamada telefónica al diario Ettelaat, una persona que se presentó como miembro de ese grupo afirmó que «los nuevos miembros del Forghan han llevado a cabo esta acción para vengarse». Seis militantes del grupo Forghan fueron ejecutados a finales de mayo en la cárcel de Evin, en Teherán. Habían sido acusados de varios asesinatos y de ataques al Islam.El atentado se produjo ayer, por la mañana, en pleno centro de la capital. Tres potentes bombas explotaron simultáneamente en una galería comercial cubierta situada a unos doscientos metros de la Embajada británica. Las explosiones destruyeron las veinte tiendas de la galería Company. Los primeros elementos de la investigación permiten afirmar que las bombas habían sido colocadas en vehículos estacionados en un aparcamiento situado debajo de la mencionada galería.
Hasta el momento no se ha producido ninguna reacción oficial al atentado en los círculos políticos iraníes.
El presidente iraní, Abolhassan Banisadr, tenía previsto nombrar ayer por la mañana un primer ministro, pero el clan de los integristas religiosos se ha anticipado anunciando el nombre de su candidato para el cargo. Casi al mismo tiempo que los religiosos dictaban su ley, los Guardianes de la Revolución ocuparon e impidieron la publicación del diario Bamdad, favorable al presidente Banisadr.
Ambos ejemplos ilustran el poder sin fisuras que ejercen los integristas religiosos en Irán a través del Partido de la República Islámica (PRI), al que obedecen los Guardianes de la Revolución.
Djalaledine Farsi, ex candidato del PRI en las elecciones presidenciales en las que Banisadr resultó vencedor, fue elegido el martes, por la noche, por el comité central del principal partido político iraní para acceder a la presidencia del Gobierno. Ayer, por la mañana, el diario Azadegan, muy vinculado al PRI, titulaba en primera página: «Farsi será primer ministro ». El día anterior a su designación, Djalaledine Farsi aprobó públicamente la acción de los Guardianes de la Revolución, que reivindicaron el atentado perpetrado el viernes, en París, contra Chapur Bajtiar.
El martes, por la noche, el ayatollah Jomeini se negó a que su hijo, el hojatoleslam Seyed Ahmad Jomeini, accediese a la presidencia del Gobierno. Esta elección constituía el último intento, por parte de Banisadr, de nombrar a un «moderado» a la cabeza del Gobierno. Seyed Ahmad Jomeini era, en efecto, el único «moderado» que los integristas hubiesen aceptado.
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