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Beguin pudo frenar las investigaciones sobre los atentados contra palestinos

La poca diligencia con que se están llevando adelante las investigaciones sobre el atentado contra tres alcaldes de Palestina ha hecho correr un rumor por Israel sobre la posible intervención de Menájem Beguin acerca del Shin-Beth (servicios especiales israelíes), parque se interrumpieran las pesquisas. Al parecer, el hilo de la investigación lleva hasta el Gush Emunim, movimiento ultranacionalista, cuya ideología está próxima a la del primer ministro.En una serie de entrevistas a periódicos y a emisoras de radio de Israel, hecho sin precedentes en la historia del Shin-Beth, el jefe de los servicios especiales ha desmentido formalmente las acusaciones del Washington Star, según las cuales habría presentado su dimisión para protestar contra la intervención del primer ministro en la investigación.

«Yo pedí ser revelado de mis funciones bastante antes de los atentados en cuestión», declaró el jefe del Shin-Beth, para el que «esta historia, totalmente inventada, es resultado de intrigas políticas dirigidas contra el primer ministro».

Sin embargo, ni el desmentido del máximo responsable de los servicios especiales israelíes ni los desmentidos de la presidencia del consejo, en Jerusalén, han conseguido apaciguar los rumores.

El diputado Samuel Toledano (del partido de la oposición Shinuy) ha pedido a Beguin que desmienta «personal y públicamente» los rumores que relacionan la dimisión del jefe del Shin-Beth con la investigación sobre los atentados contra los alcaldes de Palestina. El movimiento Paz Ahora ha pedido al primer ministro «que se explique o que se vaya», y el ex ministro Vítor Sem-Tob ha exigido la formación de una comisión parlamentaria «que haga luz» sobre el caso.

Las razones de una sospecha

El modo en que hasta ahora se ha investigado para encontrar a los culpables ha hecho nacer serias dudas sobre la diligencia y la energía con las que estos responsables están siendo buscados.

Contra lo que pudiera pensarse, ni los alcaldes víctimas de los atentados, ni las personas de su entorno, ni los vecinos fueron interrogados sobre su versión de los hechos ni sobre sus sospechas y observaciones. Ni siquiera los miembros del Gush Emunim, que habían hablado de «vengar la sangre con la sangre» al día siguiente del atentado palestino de Hebrón, que causó la muerte de seis judíos, fueron interrogados.

Todo el mundo se hace lenguas sobre el hecho de que, tras cada atentado palestino, se producen inmediatamente detenciones, tanto entre los palestinos que viven en los alrededores de los lugares del suceso como entre los que pasaban por allí circunstancialmente, mientras que ningún pueblo del Gush Emunim de los situados cerca de Nablús, Hebrón o Ramallah, ciudades cuyos alcaldes fueron atacados, ha recibido la visita policial.

También ha contribuido a dar fuerza a los rumores la personalidad del corresponsal del Star en Israel, David Halevi, destacado en Tel Aviv desde hace muchos años y muy respetado entre los periodistas.

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