El empresario Martín Berrocal, obsesionado con la originalidad en la plaza de Las Ventas
Joao Moura será ayudado por un "rejoneador" montado en burro
Bajo el signo de la originalidad, que parece ser la obsesión de José Luis Martín Berrocal, empresario de Las Ventas, se prepara la llamada feria de septiembre, que constará de cinco festejos. Por ejemplo, Joao Moura rejoneará seis toros en solitario, y en el paseíllo le acompañará un teórico rejoneador, montado en burro.
Lo del otro rejoneador y el burro tiene su razón de ser y su símbolo. Legalmente (digamos sindicalmente), Moura no puede actuar en España en solitario, por imposición de los rejoneadores españoles, y Berrocal ha buscado a un individuo (su nombre se lo reserva), que tiene carné de rejoneador, para que figure en los papeles, haga el paseíllo y se vaya con la música a otra parte. «Si sale en burro», explica el empresario, «es por motivos simbólicos; tiene que ver con los vetadores, para que se vayan enterando».La originalidad es su obsesión, sí, pero no llega a tanto como a dar el contenido que todos habíamos soñado para la temporada madrileña. El verano se pasa sin que se celebren novilladas en días laborables (jueves o viernes), o corridas de toros. La diputación provincial no ha aportado ayuda para este fin (ni para ningún otro), a pesar de que el pasado invierno hizo públicas manifestaciones y solemnes declaraciones acerca de sus proyectos de promoción de la fiesta. Al único que ha promocionado es a Paquirri, a quien puso en casa pagándole una millonada por torear la corrida de Beneficencia.
«Le ha puesto en casa, o más bien le ha tirado por la ventana», dice Martín Berrocal, «porque ese día se demostró lo que yo llevaba meses diciendo: que no tiene cartel, que la gente no tiene ningún interés por verle. Lo habrán comprobado en Valencia y en tantos otros sitios: que no era capaz de llenar ni media plaza.
No nos interesa a los empresarios, y menos a mí, para Las Ventas. El año próximo, si quiere venir a la feria, tendrá que buscarme, Y ya veremos si le contrato o no.
Bueno; pero lo de Paquirri ya es pura anécdota. Queda la cuestión más importante de las novilladas los jueves. Berrocal afirma que es muy difícil organizarlas: «Son pérdidas seguras, y la solución habría estado en que la. diputación colaborara. De los 162 millones y pico de pesetas que pago de canon, podrían deducir unos cuantos para ayudar al montaje de novilladas, y así lo prometieron, pero, a pesar de que he hablado con Larroque mil, veces sobre este punto, ha sido imposible conseguir nada. No sueltan ni un duro, y lo de la promoción de la fiesta, hasta ahora, sólo se ha quedado en palabras ».
En la feria de septiembre habrá, dice el empresario, una corrida goyesca, con Andrés Vázquez, Palomo y Julio Robles; lo dicho de Moura; otra corrida, con Ortega Cano, Manili y Campuzano; una novillada; un festival benéfico, matinal, en colaboración con la junta municipal del distrito de Salamanca, etcétera. Y para la feria de San Isidro próximo, extrañas novedades, como que una semana todas las ganaderías que se lidien serán de antiguos matadores de toros; otra, de divisas portuguesas y mexicanas; otra, de los más acreditados hierros españoles, tipo Victorino, Miura, Pablo Romero, conde de la Corte, etcétera.
Es decir -preguntamos-, que Martín Berrocal, de quien se dijo que pasada la feria de San Isidro de 1980 se retiraría, sigue con el negocio. «Desde luego que sigo, hasta el final. Y en mejores condiciones, pues este año, como me hice cargo de la plaza a última hora, todo fue improvisado, mientras que ahora vamos a planificar bien la feria y toda la temporada de 1981, pues hay tiempo para ello. Si acepta mi propuesta, de la compra de los toros se encargará su compañero Alfonso Navalón. Moura, Curro Romero y Pepe Luis Vázquez -con Paula, si está bien de la: pierna para entonces- volverán a ser base de la feria, pues en este momento no hay diestros más taquilleros que ellos». ¿Habrá pérdidas este año? «Espero que no. La diferencia entre mi administración y la de Canorea, en 1979, es de 120 millones de pesetas, lo que demuestra cómo llevaba esto el anterior equipo y cómo lo llevo yo. Y eso que la zarzuela, en esta ocasión, ha salido mal -hemos perdido varios millones-, que si no el balance final sería, seguro, de ganancias. Aunque aún queda lo de la ópera Carmen, que puede ser un gran éxito, ya que enriquecemos el espectáculo con la lidia de un toro, que torearán espadas retirados, como Antoñete, Julio Aparicio, Chamaco, quizá Manolo Vázquez, y hasta es posible que también intervengan Antonio Ordóñez y Luis Miguel Dominguín. Esto va a llevar gente a la plaza, desde luego. Y, finalmente, para sacar más rentabilidad a Las Ventas, estudiamos instalar en el ruedo, este invierno, una pista de hielo para patinaje, que podrán utilizar los muchos aficionados a este deporte que hay en Madrid. O puede que nos decidamos por organizar novilladas matinales los domingos».
Babelia
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