Dificultades en la gestión de los ayuntamientos de Bilbao, Sevilla y Santa Cruz de Tenerife
Tres ayuntamientos de importantes capitales españolas, Bilbao, Sevilla y Tenerife, viven estos días crisis internas que podrían desembocar en algunos casos en una modificación de las alianzas entre los grupos que rigen estas corporaciones municipales. La situación en la capital vizcaína está determinada por la declarada incompatibilidad de la oposición con el alcalde, Jon Castañares (PNV). En Sevilla, la polémica ha surgido por el cierre de centros de planificación familiar, ordenado por el alcalde, mientras en Tenerife se ha roto la colaboración que venían manteniendo UCD y PSOE.
Enfrentamiento total
Tras la moción de censura aprobada el jueves contra el alcalde peneuvista Jon Castañares, apoyada por el resto de las fuerzas políticas municipales -UCD incluida- y la respuesta del PNV -que no asistió al pleno en el que se aprobó la moción-, calificando la acción como «un ataque frontal al partido» y una «actitud tesfi monialista », se abre aún más la crisis que desde hace medio año padece el Ayuntamiento de Bilbao, en el que el total enfrentamiento entre los dos bloques hace cada vez más difícil una salida válida, informa Jaiver Angulo.
El deterioro ha sido progresivo y constante en el Ayuntamiento de Bilbao en el último medio año Sin embargo, el inicio de la crisis viene de más lejos, de la negativa del alcalde a convocar en su día un pleno extraordinario dedicado al estudio de la participación ciudadana en la gestión municipal, que solicitaba la oposición. Lo que era, en principio, un enfrentamiento político entre el PNV y la oposición en temas sociales. acabó siendo una pugna abierta ante la crítica de ésta al a lcalde -y de paso a su partido- de intransigencia, actuación poco democrática y arbitraria.
Las protestas en este sentido y en lo referido a la personal manera del alcalde de conducir el desarrollo de los plenos, sin la elasticidad ni mano izquierda que se hacía necesaria en un Ayuntamiento tan conflictivo, llevaron a la oposición a exigir al alcalde y a su partido la redacción de unas normas o la exposición pública de criterios de celebración de plenos. Esta exigencia quedaría aprobada en un pleno en el que el PNV fue el único partido que rechazó la propuesta. El incumplimiento de este acuerdo del pleno ha sido el que ha hecho saltar la chispa y ha llevado a la oposición a censurar al alcalde.
Si UCD era, en principio, companera de viaje, que no aliada permanente, del PNV, ahora aparece en la oposición votando al lado de fuerzas tan antagónicas como Herri Batasuna contra el alcalde peneuvista. «Nuestra primera actitud en el Ayuntamiento de Bilbao, de clara cooperación con el PNV, se ha visto defraudada», declaraba un concejal centrista.
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