Tokio pide la participación popular en materia de defensa

El libro blanco sobre la defensa del Japón, aprobado por el Gobierno y difundido el pasado viernes, pone el acento en la necesidad de que cada ciudadano defienda el país para salvaguardar el sistema democrático.Es la primera vez que el libro blanco, que se publica anualmente desde 1976, hace tal llamamiento al sentido patriótico del pueblo japonés en defensa del actual sistema de libertades en el país.

Los observadores estiman que el objetivo fundamental de este criterio es conseguir un consenso nacional alrededor de la idea del reforzamiento de la capacidad defensiva nipona.

Japón, cuya Constitución establece la imposibilidad de emprender una guerra ofensiva, consagra a las llamadas "fuerzas de autodefensa" menos del 1% de su producto nacional bruto. El país cuenta, en caso de extrema gravedad, con la protección del "paraguas nuclear norteamericano". Recientemente EE UU ha solicitado a las autoridades japonesas que acrecienten la capacidad defensiva del país con el fin de asumir la defensa del "mundo libre".

El Gobierno de Tokio, por su parte, multiplica las promesas en tal sentido, pero no las materializa en hechos concretos. Una de las razones de su remisión al rearme es el sentimiento pacifista de los japoneses, que aún no parecen haber superado los traumas de la aventura militarista de los años cuarenta, la guerra y el holocausto nuclear de Hiroshima y Nagasaki.