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Duros ataques en Marruecos contra la Prensa francesa

La tirantez existente en las relaciones entre Francia y Marruecos, previsible desde la llegada al poder en París de un Gobierno socialista mejor dispuesto hacia el Polisario y Argelia, ha estallado violentamente contra la Prensa francesa.

Los medios de información galos son acusados por Rabat no sólo de haber cambiado radicalmente su visión de Marruecos desde que los socialistas están en el poder, sino, como afirmaba ayer el diario oficialista Le Matin en un editorial titulado "Compló y subversión", de "participar en una operación contra Marruecos por quienes se dicen progresistas y no son más que propagandistas de un nuevo imperialismo".Pero si la Prensa y los medios informativos de París pueden ignorar estas críticas, no ocurre lo mismo con los corresponsales franceses acreditados en Rabat. El corresponsal del diario Le Monde en Marruecos, Roland Delcour, fue atacado hace unos días en el diario Al Magrib por Abdelhouahed Benmesaud, jefe del grupo parlamentario independiente.

El editorial, que respondía a un artículo del citado corresponsal sobre la sequía en Marruecos, aparecido en Le Monde del sábado 28 de noviembre, y en el cual afirmaba que "Marruecos vive actualmente de la caridad internacional", pedía que el fiscal marroquí inculpase al citado corresponsal por "atentado a la reputación del Estado marroquí".

Después de calificar al corresponsal de Le Monde de ser un "individuo innoble" y de tener una mentalidad colonialista, el jefe del grupo parlamentario independiente pedía al ministro de Información que "se apresure a expulsar a este extranjero" y "a prohibirle para siempre la entrada a modo de sanción por su ingratitud hacia nuestra hospitalidad".

Unos días antes, el corresponsal de la agencia France Presse en Rabat, por haber escrito después de la visita a Fez del secretario norteamericano para la Defensa, Caspar Weinberger, que "el rey Hassan II está decidido a jugar la carta norteamericana", era acusado por el mismo diario Le Matin de que "su estancia en Marruecos no le ha servido para nada, y nada ha comprendido ni de la historia ni del alma de Marruecos".

En el mismo saco, pero obviamente sin las mismas consecuencias personales para sus representantes, es metida también la emisora France Inter.

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