Juan Pablo II inicia hoy una histórica visita al Reino Unido

El papa Juan Pablo II sale esta mañana del Vaticano para el Reino Unido a las 6.30, hora de Madrid. Permanecerá allí, si no hubiera sorpresas, dadas las especiales circunstancias del momento en que se realiza este viaje, hasta la tarde del 2 de junio.

Se trata del duodécimo viaje del papa Wojtyla fuera de Italia y el primero de un Pontífice al Reino Unido. Radio Vaticana ha calculado ya que recorrerá 4.900 kilómetros, que sumados a sus viajes anteriores hacen la cifra récord de 177.000 kilómetros de peregrinación de un Papa en sólo cuatro años.Según los observadores, este viaje al Reino Unido será uno de los más dificiles de Juan Pablo II. Ya era problemático cuando fue anunciado y lo es doblemente ahora, después de haber estallado el conflicto bélico. Y de algún modo se ha agravado con el anuncio de su ida también a Argentina, al regreso del Reino Unido. Del mismo modo que quienes desean aparecer neutrales en el conflicto entre el Reino Unido y Argentina hablan siempre de Falkland-Malvinas, también ahora hay que hablar de viaje Londres-Buenos Aires.

Se le ha llamado viaje histórico porque es la primera vez que un Papa de Roma va a besar la tierra más antipapista del planeta, hasta el punto que de alguna forma la identidad nacional de este país que hoy visita tuvo sus raíces en la lucha contra la Iglesia de Roma.

Se trata de un viaje tan difícil que el Papa ha tenido que superar no pocos obstáculos, incluso dentro de la misma Curia romana y de su más alta diplomacia; porque aquí se asegura que no pocos en el Vaticano, altos cargos incluidos, desaprueban esta decisión de Juan Pablo II de ir al Reino Unido, con una guerra en plena ebullición. Paradójicamente, se trata de un viaje tan político que el propio Papa, para explicarles a argentinos e ingleses que es "sólo pastoral, ecuménico y religioso", ha tenido que emplear miles de palabras.

De hecho, el Vaticano ha expresado sus temores de que pueda equivocarse la verdadera finalidad de este viaje. Se ha tratado, en realidad, de un gesto del papa Wojtyla, quizá el más arriesgado en su pontificado. Ayer mismo, el senador comunista y católico Raniero la Valle, que había sido director del diario católico L'Avvenire, y que es una de las figuras más prestigiosas del periodismo católico izquierdista italiano, afirmó en un editorial de Paese Sera que la dificultad de este viaje papal a dos países en guerra radica precisamente en su carácter religioso.

Y esto, según el escritor italiano, porque pone al Papa en la tentación de aceptar la tesis de la guerra justa, cosa que para los católicos progresistas es blasfemo, ya que consideran que el sucesor de Pedro, como representante en la tierra del Príncipe de la Paz, tiene que condenar la guerra siempre por ser guerra, no porque sea justa o injusta. Y las dificultades para el Papa van a ser precisamente que se va a encontrar en un país en guerra, donde cardenales y obispos, tanto católicos como anglicanos, están divididos entre ellos acerca de la aceptación de la guerra justa como concepto cristiano

Otra característica de este viaje es que, como ningún otro, ha hecho añicos, antes de empezarse, la clásica, prudente y tradicional diplomacia vaticana. El Papa esta vez ha hecho oídos sordos a los consejos de prudencia y ha convocado en Roma a obispos y cardenales ingleses y argentinos par cargar sobre sus hombros la responsabilidad de anular el viaje.