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EL GALARDÓN MÁS IMPORTANTE DE LAS LETRAS CASTELLANAS

"He pasado de escribir para la belleza a escribir para la vida"

"Desde que Pablo Neruda publicó su Manifiesto en el que se levantó contra la poesía pura, hace más de cuarenta años, yo he sustituido el oficio de escribir por y para la belleza por la creación poética por y para la vida". Una de las manifestaciones más importantes de esta vida es, para Rosales, la amistad, y ayer recibió la noticia de la concesión del Cervantes rodeado de su mujer, su hijo y varios amigos. "No me considero perteneciente a ninguna generación, pero sí he vivido apoyándome en mis amigos. Se han ido, pero me han quedado sus llagas. Las llagas de Joaquín Amigo, Ridruejo, Panero, Vivanco..."

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Telegrama precipitado

Desde las cuatro de la tarde la casa de Luis Rosales fue un punto de reunión permanente de escritores y poetas que acudieron, expectantes al principio, partícipes del neviosismo y del gozo del poeta más tarde, a acompañar al autor de La casa encendida en uno de los momentos más importantes de su vida como escritor. Allí se reunieron, entre otros, los poetas Antonio Hernández, Jaime Delgado, Hugo Gutiérrez-Vega, Manuel Ríos Ruiz. Después recibiría la felicitación personal de Octavio Paz, premio Cervantes de la edición anterior y miembro del jurado, del poeta ecuatoriano José Rumazo, miembro también del jurado al igual que Matías Vallés a quien Luis Rosales abrazó mientras le decía con el humor que caracteriza al poeta andaluz: "gracias jefe".Entre abrazos, llamadas teléfonicas, regalos de felicitación -en aquella hora de la tarde recibió hasta un ramo de flores de su cardiólogo- Luis Rosales era consciente, de lo que explicaba, todavía en habla andaluza acerca de su vida y vocación de escribir: "Soy poeta irremediablemente pero de una manera anárquica. Y lo soy en gran medida porque no he podido seguir mis auténticas vocaciones: ser periodista y profesor. No he podido hacer nunca lo que he querido".

La poesía "tira" de Luis Rosales "desde hace mucho tiempo". "He pasado cuarenta años sin saber a dónde me arrastraba pero me ha tirado de los piés con tal fuerza que no he sabido nunca adónde me llevaría". Y Rosales acude de nuevo al periodismo: "Con la poesía y escritura siempre trato de hacer periodismo".

Neruda y la poesía pura

El académico premiado con el Cervantes dice que una etapa decisiva en su poesía fue la publicación en 1935 ("No sé si esta cita temporal es correcta porque yo siempre he sido infiel a las fechas") del Manifiesto de Pablo Neruda contra la poesía pura. "Desde entonces he sustituido la técnica de escribir por y para la belleza por la escritura por y para la vida". Entre los poetas que más han enseñado a Rosales se encuentran también, además de los "amigos" ya citados, Jorge Guillen y Dámaso Alonso.La poesía continúa siendo para el académico de la Lengua el único camino de la revelación secreta del ser humano y también la más vieja vía de conocimiento que tiene el hombre. Apoyado en esta concepción Rosales está escribiendo ahora "una crónica de nuestro tiempo" de la mano de García Lorca. En Nueva York después de muerto, que así se titula esta obra, Luis Rosales "recorre con García Lorca una gran ciudad que en esta sociedad es como una cárcel".

Otro poeta admirado por Rosales es José Bergamín que ha sido su competidor más directo en la propuesta para el premio Cervantes. "Es uno de nuestros escritores más importantes. Es extraordinario. Es mi maestro, y con esto ya lo digo todo". Luis Rosales, que esperaba que el premio Cervantes le, llegaría como muy pronto el próximo año, aunque su anticipación le ha proporcionado una inmensa alegría, ha manifestado que le hubiera gustado haberlo visto en manos de José Bergamín "que tiene más años que yo, más méritos y que incluso ha sido mi protector". "Así son las cosas. Siento que lo que para mí ha sido una alegría haya sido un infortunio para él".

Luis Rosales tiene también comentarios para la técnica de concesión de este premio. "Sería un imbécil si dijera que me lo merezco. Los premios no se dan por méritos. Los jurados que los conceden se equivocan a veces y ¿por qué no ha podido suceder esto también en mi caso?".

El poeta premiado no olvida tampoco la importancia material del galardón, esos diez millones de pesetas "que me permitirán dedicarme a lo que quiera".

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