Un Centenar de 'ultras' intentó politizar el entierro del padre de Milans

El teniente general Jaime Milans del Bosch y Ussía asistió ayer al entierro de su padre, el teniente general Jaime Milans del Bosch y del Pino, en el cementerio de La Moraleja (Madrid). A la salida del cortejo fúnebre del hospital militar Generalísimo Franco, un centenar de personas gritaron "Tejero, Milans, honor y libertad".

Milans asistió a la misa corpore insepulto que se celebró a las 13 horas en la capilla del hospital. Entre los numerosos asistentes a la misma figuraron el teniente coronel Manuel Monzón, el teniente general Jesús González del Hierro, varios de los procesados por el 23-F -Camilo Menéndez Vives, el comandante Juan Batista, los tenientes de la Guardia Civil Santiago Vecino, Vicente Carricondo y Jesús Alonso-, así como el conocido ultra Mariano Sánchez Covisa, el director de El Alcázar y diversos columnistas de este diario.Pese a que el oficial que controlaba la entrada del hospital advirtió en varias ocasiones "esto no es un acto político" al centenar de personas que se agolpaban en la puerta del mismo, éstos hicieron caso omiso de sus recomendadiones.

Advertida la presencia de un riedactor de este diario por un anciano, éste se dirigió a él en tono amenazador: "Es usted de El PAIS, pues tenga cuidado: mañana leeré lo que escriba. No me olvido de su cara." Ello originó un pequeño revuelo de gritos e imprecaciones en otras personas- "qué desfachatez, venir a espiar aquí"- y alusiones a los beneficios que dará el aborto para suprimir de antemano a gente poco grata.

Cuando salió el cortejo fúnebre, dichas personas entonaron el Cara al Sol, brazo en alto, y vitorearon a Milans, a Tejero y a Franco. También se produjeron frases de menosprecio hacia los "militares constitucionalistas", y lamentaciones de la escasa asistencia de personas al acto, que atribuyeron a un supuesto silenciamiento del mismo por la Prensa.

La policía militar hubo de formar un cordón de seguridad para contener el ímpetu de los presentes y permitir la salida de la comitiva hacia el cementerio de la Moraleja.

En el camposanto, familiares del fallecido, en uniforme militar condujeron a hombros el féretro hasta el nicho. Tras ser introducido el féretro en el nicho se corearon sendos vivas a España y a Milans del Bosch, así como, en forma débil, un "viva el Ejército con honor".

Al sepelio asistieron, entre otros, los exministros del régimen anterior León Herrera, José Utrera Molina, Federico Silva Muñoz, los procesados por el 23-F antes citados, los abogados del mismo proceso Santiago Segura, Adolfo de Miguel, Angel López Montero y Pedro Martín, así como la esposa de Antonio Tejero.

El abogado de Milans, manifestó desconocer si éste iba a ser trasladado de inmediato a Cádiz o se le permitiría continuar en la prisión militar de Alcalá de Henares.