Rechazada en comisión la propuesta oficialista de aumentar el mandato de la ejecutiva de UGT
La postura oficial defendida en el 33º Congreso Confederal de UGT por la delegaciones de Vizcaya y Metal, sufrió ayer su mayor derrota al ser rechazadas por 30 votos en contra y ocho a favor las propuestas de modificación de los estatutos que permitieran una organización diferenciada de los cuadros y mandos intermedios. Otras dos propuestas de Vizcaya y Metal fueron asimismo rechazadas en comisión: la ampliación del mandato de la comisión ejecutiva en un año más -hasta ahora es de tres años- y los períodos de celebración de los comités confederales que se intentaba alargarlos hasta seis meses.
El intento de permitir la organización de técnicos y cuadros dentro de la UGT y la formación de una Unión de Técnicos y Cuadros, recogido en las ponencias de Vizcaya y Metal, fue mayoritariamente rechazada en comisión. Posiblemente la ponencia tratará de defender en el pleno que se inicia a primeras horas de hoy su postura mediante la presentación de un voto particular.Aunque la propuesta contaba con una fuerte oposición de la mayoría de las delegaciones, los resultados de la votación no dejaron de sorprender y disgustar a los miembros de la ejecutiva saliente que apoyaban esta idea. Algunos de ellos intervinieron activamente en el debate de la comisión explicando la conveniencia de aceptar la propuesta.
Con una menor oposición fueron rechazadas también las propuestas de Metal y Vizcaya sobre la ampliación del período entre congresos y entre comité confederal. Metal y Vizcaya confían ganar la votación en el debate del pleno. Pero independientemente de que al final se consiga, la derrota sufrida por Metal y Vizcaya en la comisión significa la aparición de una oposición crítica dentro del congreso. Oposición que hasta ahora se había limitado a posturas casi exclusivamente testimoniales.
Oposición crítica
Algún delegado comentaba que las palabras de Justo Fernández, secretario general de Banca, pronunciadas antes del Congreso sobre la aparición de una oposición crítica, se están empezando a cumplir. Aún sin organizar, pero coincidiendo básicamente en los puntos que mayor preocupación despierta en el seno de la organización, comienzan a perfilarse posturas claramente difenciadas de la línea oficialista.Las críticas se han venido centrando en los excesivos poderes de la ejecutiva, la burocratización del sindicato, la política de concertación y, soterradamente, el temor de una derechización de la política sindical que habrá de llevar la central a partir de este congreso.
La coincidencia de la ponencia política sindical en sus grandes parámetros con la del Gobierno socialista, y sobre todo con determinadas filosofías basadas en la contención de la inflación por la vía del sacrificio salarial, aunque salgan finalmente aprobadas, está sirviendo para cuestionar la estrategia sindical que habrá de seguirse en los próximos meses. La necesidad de que el tema salarial no sea prioritario en la negociación de los convenios colectivos, tema aprobado ayer en la ponencia de política sindical, ha sido intepretado por algunos sectores como una recomendación de moderación salarial en línea con lo recomendado por el propio Gobierno.
La delegación de Álava que hasta ahora estaba siendo la que de forma más clara había mantenido una postura de absoluto rechazo se ha visto acompañada en muchas de sus críticas por otras federaciones y uniones que, sin llegar a la radicalización de Álava, comparten algunas de sus posiciones. En algún caso, este alineamiento de posturas se produce a nivel individual. Aunque la Federación de Banca es posiblemente la que tiene más puntos coincidentes con la Unión de Álava, éstos se dan no tanto en el fondo como en aspectos muy concretos.
Política sindical
Pero ni siquiera Álava se cuestiona la continuidad de los miembros de la comisión ejecutiva. La oposición va contra la propia política sindical, la falta de fuerza con que la organización se ha enfrentado a determinadas medidas del Gobierno y la clarificación del papel que habrá de jugar UGT en el futuro. En este sentido -y las críticas no son exclusivamente de Álava- las ponencias aceptadas son excesivamente ambiguas, no concretan temas que se consideran fundamentales, y siguen dejando en manos de la ejecutiva decisiones muy importantes.Previsiblemente el debate de hoy se desarrollará en un ambiente crítico. Metal y Vizcaya van a tratar de defender en el pleno lo que han perdido en las comisiones. Y hay muchas posibilidades de que algunas de sus derrotas se conviertan en victoria.
En el resto de las comisiones no se han producido demasiadas sorpresas. La comisión de política institucional recoge en sus resoluciones la desaparición de las magistraturas de Trabajo y de los institutos de Mediación, Arbitraje y Conciliación.
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