Una solución para América Central
El encuentro del presidente Reagan con Mijail Gorbachov fue ciertamente un momento culminante de su política diplomática. Pero el tema centroamericano parece totalmente paralizado. Parece que no surgirá una solución para Centroamérica antes de 1988.Militar, política y diplomáticamente, las tensiones en El Salvador y Nicaragua han llegado a un punto muerto. El proceso de pacificación iniciado en Contadora hace tres años ha sido pospuesto hasta la próxima primavera, a requerimiento de Nicaragua, para dar tiempo a asentarse a los nuevos Gobiernos de Honduras y Guatemala.
Militarmente, el callejón sin salida es más evidente que nunca. Las guerrillas, pese a que estén a la defensiva en términos geográficos, continúan causando daños al Ejército salvadoreño, apoyado y surtido por Estados Unidos. ( ... ) Mientras que las relaciones entre las guerrillas y los políticos son tensas, hay probablemente una mayor unión entre las cinco facciones armadas del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional que la que hubo hasta ahora. (...)
De igual modo, hay pocas señales de progreso en las fuerzas contrarrevolucion arias en Nicaragua. A pesar de la renovada ayuda norteamericana y su mayor experiencia de combate, los contras no sólo no avanzan sobre Managua, sino que las fuerzas sandinistas les han hecho replegarse en más de una ocasión hasta Honduras. ( ... ) El conflicto va a seguir su escalada: helicópteros soviéticos contra misiles de tierra y aire. Pero el balance de fuerzas permanecerá igual. Si una solución militar parece lejana para Centroamérica, la política no está más cerca.
En El Salvador, el presidente, José Napoleón Duarte, se ha visto debilitado a raíz del secuestro de su hija. Puede que este dato no sea obvio para los norteamericanos, pero el machismo político latinoamericano impone sus reglas y sus deberes. Duarte los violó flagrantemente cuando envió al resto de su familia a Estados Unidos por razones de seguridad y pactó con las guerrillas para lograr la liberación de su hija. Muchos salvadoreños han perdido a miembros de sus familias en esta guerra para que su presidente haya puesto a su familia en una situación privilegiada tan descaradamente.
30 de diciembre
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