El Rey califica a Gibraltar como una "reliquia de la historia"

El rey Juan Carlos calificó a Gibraltar de "reliquia de la historia" y expresó su esperanza de que su próxima visita al Reino Unido contribuya a la consecución de "un arreglo que sea aceptable para ambas partes". El Rey de España, que, junto con la reina Sofía, realizará una visita oficial al Reino Unido entre los días 22 y 25 de este mes, hizo estas declaraciones en un mensaje de salutación al pueblo británico que transmitió anoche el canal 4 de la televisión independiente. El propio canal ha calificado la intervención del Rey Juan Carlos de "inesperada"` y la describía como "diplomacia televisiva".

El mensaje del Rey de España es el primero en una serie de programas que la televisión británica, tanto la independiente como la pública, ha grabado para presentar a sus televidentes en los días previos al viaje de los Reyes. El Rey puso de manifiesto en su mensaje, grabado en el palacio de la Zarzuela y en el que utilizó un perfecto inglés, que "es mucho lo que nos une y muy poco lo que nos divide". "Socilamente un problema se alza en nuestro camino, como una reliquia de la historia que pertenece al pasado y que debemos ahora superar".

Don Juan Carlos recordó en su mensaje que España y el Reino Unido "han alcanzado de mutuo acuerdo los medios para conseguir esto". "Me estoy refiriendo a la declaración de Bruselas de 1984, que establecía un proceso de negociación en virtud del cual será posible alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes que respete los intereses de todos", manifestó.

No hay oposición a la visita

Por otra parte, el primer ministro de Gibraltar, Sir Joshua Hassan, manifestó ayer a EL PAÍS que los círculos dirigentes gibraltareños no se oponen de ninguna manera a la próxima visita al Reino Unido de los Reyes de España, informa Joe García.El premier gibraltareño hizo estas declaraciones como reacción a las noticias que indicaban que círculos diplomáticos en Londres interpretaban la petición hecha por dos diputados conservadores británicos para que se suspendiese la visita del Rey como reflejo del disgusto que tal visita suscitaba en los círculos dirigentes del Peñón.